Muchos piensan que tener un ordenador es algo caro, incluso si lo necesitas para tareas de lo más simples. Ya no hablamos de montar uno, donde si no tienes mucha experiencia casi que es mejor dejar a los expertos que se pongan manos a la obra con ello.
Pero, ¿y si te decimos que hay una posibilidad de simplificar todo esto, que además es barata, puedes montar tú mismo y cabe casi en la palma de la mano? Hablamos de la Raspberry Pi, un pequeño ordenador muy polivalente del que te vamos a hablar a continuación.
Raspberry Pi, lo más básico en el menor espacio
Un pequeño ordenador para casi todo. Los usuarios de un ordenador conocen todas las bondades que tienen esta clase de aparatos. Disponer de todos tus archivos cuando y donde quieras es algo importante, sobre todo si los puedes llevarlos en el bolsillo.
Sí, muchos se pensarán que estamos hablando de un smartphone, que bien se ajusta a esta descripción, pero lo cierto es que estamos hablando de la Raspberry Pi.
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En esencia es un ordenador muy pequeño, tanto que cabe en una sola mano. Lo que te vendrá en la caja es la placa con las diferentes conexiones con las que te puedes encontrar en un ordenador tradicional pero en tamaño compacto.
Si echamos un vistazo a las características del modelo, nos topamos con que el procesador es un chip que contiene todo lo que necesita para funcionar o SoC acompañado de características como una RAM a elegir, antena WiFi, Bluetooth, puertos USB de hasta 3.1, conexión a Internet por cable, puertos HDMI y conexión con salida de audio con minijack.
¿Qué más se puede pedir? Pues un montón de salidas digitales para expandir esta placa con otros aparatos o una más grande sobre la que trabajar.
Una cosa que debes saber es que cuando tú te haces con una Raspberry Pi compras la placa con los chips ya montados, por lo que necesitarás sí o sí dos cosas: la primera es el almacenamiento y la segunda es una caja.
El primero es imprescindible y necesitas una tarjeta microSD formateada donde cargar el sistema operativo y guardar diferentes archivos que generes. Se recomienda que sea de clase 10 en adelante para que el movimiento de datos sea más fluido.
La carcasa puede que sea algo que no le des mucha importancia, pero si tu ordenador lleva una caja este también necesita una para protegerlo de la intemperie.
¿Para qué sirve una Raspberry Pi?
Como te contamos, una Raspberry Pi puede considerarse como un pequeño ordenador. Con servicios en la nube o algunos programas de bajo consumo de recursos sumado a unos periféricos externos, puedes tener un ordenador de bajo consumo tanto de recursos como de energía.
Sin embargo, el uso de este aparato va más allá del uso cotidiano de un usuario. Con las piezas de software más básicas y sencillas de instalar, puedes obtener desde un sistema de almacenamiento en la nube hasta una plataforma de streaming tanto de música como de video, pasando por emuladores de consolas retro.
Pero aquí no acaba la cosa, ya que la Raspberry Pi se puede combinar con otras placas para hacer proyectos de robótica a la escala más casera posible. Requerirá que sepas programar y, si es el caso, puedes no solo dar movimiento u órdenes a un robot, también puedes tener un sismógrafo en casa un controlador de la calidad del aire.
Y es que, como puedes ver, esta placa es una pieza tan clave que sus usos son casi infinitos. Seguro que con un poco de imaginación y las guías adecuadas puedes conseguir un proyecto fantástico con el que tener un dispositivo de lo más útil en tu casa, como te hemos presentado justo antes.
En MÁSMÓVIL somos conscientes de que cada vez más usuarios quieren disponer de sus archivos cuando sea y donde sea. Esta es en parte la razón de ser de la Raspberry Pi, aunque como puedes ver tiene muchos usos más allá de lo que es un ordenador. Sea cual sea el uso que el des, es muy probable que necesites una conexión a Internet y por eso te ofrecemos nuestros servicios que puedes contratar en nuestra web o llamando de forma gratuita en el 900 696 301.