Cualquier internauta puede caer en las numerosas "trampas" de Internet, aunque siempre nos podemos proteger mejor si tenemos algo de conocimiento sobre cómo funciona internet. Lo más fácil es evitar el riesgo y ciertos sitio al navegar, o acostumbrarse a ciertas prácticas de seguridad. Pero lo que también necesitas es un soporte que te proteja ante cualquier movimiento extraño online. De esto se encarga el proxy: en este post te vamos a enseñar qué es y cómo utilizarlo.
Qué es el Proxy
Puede que tengas una visión simple del funcionamiento Internet. Lo más básico se puede resumir así: arrancar el navegador, buscar una página web y entrar directamente para encontrar lo que buscas.
Pero en este proceso hay una serie de negociaciones e intermediarios que permiten que tú navegues.
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Si nos centramos en la definición de proxy, esta hace referencia a todo ordenador que ejerce de agente intermedio entre otros dos equipos. Se trata de una medida de seguridad que te puede evitar más de un problema. Y no solo protege tus datos, también evita que otras webs los obtengan sin tu permiso.
Cómo funciona el proxy
Ahora que ya conoces qué es el proxy ya te puedes hacer una idea de cómo funciona. Como decíamos, no es otra cosa que un intermediario que protege los datos que generas y envías cada vez que entras en una página web.
Su cometido es el de ocultar la IP desde donde accedes a Internet, con lo que ya no cedes algunos datos a las webs que visitas. Es decir, funciona como un cortafuegos, por lo que es capaz de restringir el acceso a algunas páginas webs, pero del mismo modo dispone de un caché de datos con el que puedes mejorar la velocidad con la que accedes a esos sitios.
Y en definitiva, su funcionamiento básico es similar en todos los casos, aunque podemos encontrar pequeñas variaciones.
Por ejemplo, un proxy distorsionador da una dirección IP falsa al servidor web pero sigue considerándola como tal. Igualmente, un proxy anónimo consigue ocultar tu IP por completo, lo que ayuda a evitar que se consiga tu dirección real de Internet y mantener así el anonimato.
Si este último caso te resuena y preservar tu privacidad es importante para ti, debes contratar un servicio de proxy privado. Estos garantizan la tarea en función del tipo que elijas, pero si quieres blindar tu anonimato en la red la solución definitiva es contratar una VPN.
Cómo configurar tu proxy
En ocasiones, no tienes que irte muy lejos para activar un servicio de proxy con el que proteger tus datos en internet. Los diferentes sistemas operativos disponen de un servicio con el que puedes activar el proxy con facilidad. Repasamos los procesos para Microsoft y Apple.
En Windows
Windows tiene su propio servicio de proxy integrado en Windows 10. Su activación es muy sencilla, simplemente sigue estos pasos:
- Entra en Configuración
- Entra en Red > Internet > Proxy
Desde aquí tendrás dos opciones diferentes: dejar que el sistema elija automáticamente los parámetros o escribirlos manualmente para añadir un servidor proxy de forma manual.
En Apple
Si tienes un ordenador de Apple, este es el proceso:
- Entra en el Menú
- Selecciona Preferencias del sistema > Red
- Elige la conexión que usas
- Selecciona la opción de configurar los proxys, incluso si estás usando el WiFi
- También puedes añadir un usuario y contraseña con el fin de proteger esta configuración
La seguridad en Internet pasa por aplicar pequeñas soluciones. No es fácil mantener los datos de la navegación a salvo, pero hay herramientas capaces de lograrlo. En MÁSMÓVIL queremos ayudarte con esta tarea y por eso te proponemos usar un servicio de proxy para protegerte. Si quieres información sobre nuestras ofertas, llámanos gratuitamente al 900 696 301 o consulta nuestra web.