En una de nuestras reuniones de amigos en las que arreglamos el mundo, uno de ellos nos salió con una comparación entre el libro "El Arte de la Guerra" (ese famoso libro supuestamente del General Chino Sun Tzu, del Siglo IV a.C.) y la gestión de muchas situaciones de la vida real. En particular lo comparó con muchas de las medidas que están tomando las Organizaciones, especialmente en tiempos como los actuales, de dificultades.
Para quienes no lo conozcan, El Arte de la Guerra es, básicamente, un conjunto de recomendaciones que hace un General (Sun Tzu) a su discípulo. Se utiliza como libro de apoyo y consulta en estrategia militar pero también en otras áreas en aspectos relacionados con la gestión de conflictos (considerando un conflicto como una posible batalla).
Explica los preparativos previos a la guerra (estrategias de engaño, elección del campo de enfrentamiento, armamento, moral e integridad de los generales, respeto por la tropa, etcétera) siempre para alcanzar los objetivos evitando las confrontaciones ("poder vencer sin llegar a la batalla").
A muchos les ha tocado leerlo y analizarlo en programas de administración de empresas y liderazgo, a mi amigo entre ellos.
Su planteamiento es que, en épocas difíciles, al igual que en una guerra, son los Directivos (los "Generales") quienes tienen la responsabilidad de dirigir a las tropas para que las Organizaciones resulten "victoriosas" y no sucumban.
Entonces, en todas aquellas Organizaciones que no alcanzan sus resultados (o están por debajo de sus competidores), por qué se toman acciones sobre la masa laboral y rara vez sobre sus Directivos?.
Una de las características que diferencian a un buen General es la de posicionar a su ejército para poder ganar sin tener que combatir, además de su estrategia y la adhesión que logra de sus subordinados.
Por qué éstas no son características que vemos en muchos de nuestros modernos Directivos, que ni conocen ni son respetados por su gente, ni alcanzan los resultados?.
Cuando una Empresa no llega a sus objetivos, vemos que se deshace de empleados pero mantiene a los Directivos. No es como deshacerse de soldados tras perder una batalla?.
Pero, según Sun Tzu, las batallas las pierden los Generales, no es como decir que una Organización no alcanza sus objetivos porque falla su dirección?.
En realidad estamos olvidando un último aspecto fundamental, la cadena de mando. Esta es la que relaciona a los Generales con lo que está pasando en el campo y la que hace llegar las instrucciones a las tropas para ejecutarlas coordinadamente y según la estrategia definida.
Los pobres resultados pueden tener su origen en los niveles más bajos o más altos de la Organización, pero son amplificados en los niveles intermedios, tanto al elevar las alertas a los niveles superiores como al bajar las instrucciones.
Tomar medidas en un solo nivel, ya sea Dirección o Empleados, no es la solución. Sólo esconderá la raíz del problema y su consecuencia será resultados peores que los de sus competidores.
Las crisis ayudan a esconder estos errores mientras se toman fuertes medidas de reducción de costes.
Reducir la cantidad de soldados no hace que un Ejército sea más efectivo ni que pueda obtener mejores resultados. Como acción aislada no es suficiente y, generalmente, no es el punto de partida correcto. Es fundamental mejorar los canales de comunicación (los niveles intermedios) y que los Generales puedan desarrollar un plan estratégico y táctico para luego distribuirlo a la Organización por esos canales
Mejorar los resultados significa que el Ejército sea mejor de la cabeza a los pies.
Para ganar la batalla a las crisis se debe:
- Contar con buenos Generales, capaces de desarrollar los planes estratégicos y tácticos adecuados.
- Contar con buenos Oficiales, para eficazmente llevar las comunicaciones entre los Generales y la tropa.
- Mantener a la tropa motivada.