La influencia de la cultura japonesa en el mundo occidental es una constante desde hace décadas. Tanto el anime como el manga, entre otros productos, han sido exportados con éxito a todo el mundo; sin embargo, son términos que a menudo se utilizan indistintamente. En post repasamos qué diferencias hay entre ellos.
Japón, referente de Occidente
Japón ha sido un referente para Occidente en muchos sentidos. Solo tenemos que pensar en su liderazgo tecnología y en cómo durante décadas empresas punteras como Sony y Nintendo han estado presentes en hogares de todo el mundo.
Mientras que la gastronomía japonesa ya está integrada en nuestra cultura, desde hace décadas la influencia del país también ha calado hondo en latitudes occidentales gracias al manga y el anime. Estas formas de expresión artística han marcado a diferentes generaciones, pero conviene conocer la diferencia entre ambos términos.
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Manga y anime: ¿qué diferencias hay?
Ambas son expresiones artísticas japoneses, y aunque comparten similitudes, también presentan diferencias significativas en términos de formato, estilo de narración y público objetivo.
La diferencia clave: el formato
El manga es un cómic impreso que se lee de derecha a izquierda, siguiendo el estilo tradicional japonés, mientras que el anime es un tipo de película animada.
Un anime puede adaptar un manga, pero este suele tener más detalles y profundidad en los personajes y la trama. Lógicamente, al hablar de una película, el anime puede ser mucho más espectacular por todos los recursos que puede utilizar: voces, música, efectos especiales, etc.
Las adaptaciones de manga a anime
Es muy habitual que un manga exitoso acabe convirtiéndose en anime. Un ejemplo claro lo tenemos en Captain Tsubasa, conocida en España como Campeones u Oliver y Benji. El éxito del manga hizo que se convirtiese en anime, que a su vez lo superó en impacto y acogida. Por ese motivo el anime avanzó más rápidamente.
También hay que tener en cuenta que estas adaptaciones pueden variar en fidelidad al material original. Algunas pueden seguir de cerca la trama del manga, mientras que otras pueden tomar libertades creativas y agregar o cambiar elementos para adaptarse al anime.
Otro ejemplo lo tenemos en Naruto, un manga que sigue las aventuras de un joven ninja y que se convirtió en uno de los más populares a nivel mundial para acabar adaptado en la pequeña y gran pantalla.
Igualmente, la franquicia Dragon Ball está basada en el manga de Akira Toriyama y décadas después sigue siendo una de las series de anime más influyentes y populares de todos los tiempos.
En MÁSMÓVIL esperamos haberte ayudado a entender la diferencia entre manga y anime. Como verás estos dos conceptos pueden ir de la mano pero son totalmente diferentes; tenerlo claro puede ayudarte a descubrir nuevos títulos que coincidan con tus gustos.