Seguramente, si juegas a videojuegos y eres exigente ya estés familiarizado con los productos de Nvidia y su tecnología G-Sync. Si no, te preguntarás qué es G-Sync: Un sistema pensado para mejorar la experiencia de los jugadores consiguiendo que los monitores tengan imágenes más fluidas.

Un monitor que integre la tecnología Nvidia G-Sync tiene una velocidad de respuesta superior a la competencia, incorporan un procesador que es capaz de sincronizar la tarjeta gráfica de tu ordenador y consigue que la frecuencia de refresco de la gráfica se ajuste a la tasa de la pantalla. De esta forma, la sensación de jugar con un monitor Nvidia G-Sync es muy superior a la de otros. Incluso cuando hay tearing se puede solucionar activando V-Sync.

Entonces, ¿merece la pena comprar un sistema de Nvidia frente a otros con un precio más asequible?

La mejor respuesta vendrá de la mano de los factores personales de cada uno, pero a nivel técnico hay pocos equipos que puedan hacerle frente a la excelencia de sus dispositivos. El único handicap es que los ordenadores y los equipos gamers tienen un precio prohibitivo, por lo que hay que pensarse muy bien los componentes que queremos integrar en nuestro sistema.

Nvidia G-Sync te garantiza un rendimiento óptimo y que tus juegos se vean como nunca en un monitor, simplemente hay que prestar atención a las compatibilidades y los requisitos del sistema. Al eliminar el efecto bandera en la pantalla y los saltos, los jugadores reducen la fatiga visual que provocaban los monitores antiguos y pueden disfrutar mejor.

Los profesionales de los eSports ya utilizan Nvidia G-Sync para poder tener una experiencia en los juegos más fluida y que su tiempo de respuesta mejore. Las diferencias son fundamentales a nivel competitivo y, aunque no seas un jugador profesional, si te gusta disfrutar de los videojuegos en todo su esplendor, necesitas probar esta tecnología dedicada.