Emprender va a suponer, seguro, mucho esfuerzo por tu parte, si es que decides lanzarte a la aventura. Emprender será, con mucho, tu primera ocupación y no existen fórmulas mágicas que aseguren que puedes "emprender a tiempo parcial", en tus ratos libres. Es algo que te absorberá el 100% de tu tiempo y tus energías, y además es algo que merece la pena. Nadie monta una empresa como hobby, ni pone en marcha un negocio en la hora de la merienda.
Un problema frecuente con el que se suelen encontrar muchos emprendedores es que traspasan la frontera entre trabajar duro y convertirse en adictos al trabajo. No es lo mismo, y de hecho lo segundo es tan peligroso como volverse adicto al juego: tus seres queridos y allegados lo sufrirán, y llegará un momento en el que no podrás vivir sin tu adicción. Una forma de escapar a ella es conocerla; otra tiene que ver con la gestión del tiempo.
Trabajar mucho y ser un adicto al trabajo no es lo mismo: lo primero implica trabajar hacia un objetivo claro, poniendo esfuerzo y pasión, recursos y horas, pero sin dejar de tener en cuenta otros aspectos de la vida, igualmente importantes, como lo es desconectar cuando hay que hacerlo, hacer deporte, vivir nuestra familia y amigos...
La adicción al trabajo nos crea problemas, desde la falsa sensación de que estamos abarcando muchos frentes y sacando adelante muchas tareas (cuando lo que hacemos es echar horas y disparar sin apuntar sobre todo "lo que se mueva") hasta cometer errores debido al cansancio que se nos acumula por trabajar en exceso y no desconectar correctamente.
El descuido surge cuando el trabajo nos absorbe tanto que no somos capaces de hacer otra cosa: descuidamos las tareas y los objetivos, no tenemos un norte, y lo más importante, descuidamos nuestra vida personal y la de nuestra familia. ¿Es ese el objeto último de nuestra vida? ¿Trabajar? ¿Qué hay de la vida personal?
Emprender es muy duro. No solo hay que tener una idea, sino que además hay que sacarla adelante con más ilusión que recursos, muchas veces. Sin embargo, la dinámica de trabajo nunca debe ser algo donde acabemos siendo esclavos del trabajo, adictos que no distinguen entre tarea y objetivo, y que fracasan en la vida personal... para no llegar, realmente, a ningún lado.
Vía | ThinkWasabi
Foto | Ed Yourdon