"Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad". Ésta es una de las frases más reconocidas de Julio Verne, un escritor que fue más que eso: un visionario, un hombre que se puso el traje del siglo XXI cuando apenas vivió cinco años del S. XX. Todo un adelantado a su tiempo. Y no lo decimos por echarle flores, que ni es nuestro bisabuelo ni vamos a heredar ni un euro de los derechos de autor de sus obras. Estamos convencidos de su gran aportación a la tecnología de hoy día y tenemos pruebas:
? Internet. Pensarás que es un cuento chino, pero Verne planteó, allá por el año 1863, la posibilidad de una red mundial de comunicaciones en su obra 'parís en el siglo XX'. En esta novela, el francés habla de algo parecido a un telégrafo con el que los ciudadanos de todo el planeta pueden comunicarse de manera casi instantánea. ¿No te suena?
?Viaje a la luna. No fue hasta 1969, pero en la cabeza de Julio Verne este viaje sucedió mucho antes. Y las coincidencias son, como poco, curiosas. Quizá en la NASA se leyeron el libro para sacar ideas, pero lo cierto es que en la obra de Verne el cohete se llama 'Columbiad' y en él van tres hombres. El módulo del Apolo XI fue bautizado como 'Columbia' y también contó con una tripulación de tres hombres. Por si esto fuera poco, el escritor francés situó el lanzamiento en Cabo Town, muy cerca de Cabo Cañaveral, y eligió a Estados Unidos y a Rusia como países promotores del viaje en lugar de Francia y Reino Unido, que eran en su época las potencias mundiales.
?La televisión. El abogado galo, metido a escritor de ciencia-ficción, también imaginó los boletines de noticias por televisión. En uno de sus artículos para prensa, publicado en 1889, Verne habló sobre su visión de futuro de los diarios 'en el año 2889'. No hemos tenido que esperar tanto para ver las noticias a través de la tele, pero es curioso cómo la mente de este escritor tuvo la capacidad de contemplar un mañana en el que los suscriptores de los periódicos conocieran la actualidad a través de conversaciones con reporteros y científicos. Y eso que la primera retransmisión por radio no ocurrió hasta 1920.
?Videoconferencia. Otro invento que avanzó Verne fue el de la videoconferencia. El escritor lo describió como un aparato que permite la transmisión de imágenes por espejos sensibles conectados por cables, y decidió llamarlo fonotelefoto.
?El submarino y el helicóptero. El Capitán Nemo viajaba por los océanos del mundo en su Nautilus, un submarino eléctrico. Esta nave no tienen nada que envidiar a los modernos submarinos que surcan las profundidades de los mares y que funcionan gracias a baterías. Albatross fue el nombre que Verne le dio a una embarcación, con muchos mástiles, sobre los que había hélices que giraban gracias a una entruncada maquinaria interna y que facilitaba a este chisme volar. Toda una descripción de lo que sería, muchos años después, el helicóptero.