¿Te imaginas un día entero sin conexión a la Red? 24 horas en las que no podrías utilizar tu smartphone, ni tu ordenador? ¿Sabrías qué hacer?

Puede parecer una tontería, pero seguramente más de uno haya hecho la prueba para demostrarse a sí mismo que puede pasar sin Google todo un día. Y no es fácil, porque mires donde mires siempre te encuentras con gente enganchada a su teléfono consultando alguna dirección, una duda o simplemente poniendo música. Internet lo ha devorado todo y somos yonkis de la comunicación instantánea.

Un día sin Internet comenzaría con el ruido del despertador (de mesa) que tienes abandonado en la mesilla del dormitorio (o quizá olvidado en el altillo del pasillo). La ducha daría paso a un desayuno frugal con la televisión o la radio de fondo. Olvídate de consultar las últimas noticias en tu diario online favorito, ni revisar tus correos electrónicos ni mirar el Twitter.

Llegar a tu trabajo no desentrañaría ningún problema. Suponemos que tienes ya tu ruta predeterminada y sabrías qué medio de transporte coger para llegar en el menor tiempo posible y de la forma más cómoda. Pero imagínate que ese día tienes una entrevista de trabajo y debes llegar a una calle que no sueles transitar. No podrás abrir el Google Maps para conocer el mejor camino, así que deberías echar mano de los clásicos: consultar en un mapa de tu ciudad, revisar el plano de metro para averiguar cuál es la parada que te pilla más cerca de tu destino y, si es necesario, preguntar a algún transeúnte.

Lo de quedar con tus amigos podría resultarte un poco más complicado. No podrías utilizar WhatsApp y tendrías que recurrir al viejo truco de? ¡llamar por teléfono! Qué locura? Seguro que más de uno se asustaría de escuchar la melodía de su móvil, y otros tanto ni siquiera cogerían su Smartphone porque no reconocerían esa sintonía como suya

Imagínate que logras quedar con alguno de tus colegas y decidís tomar una caña en cualquier bar del barrio. Seguramente en ese instante en el que tus amigos saquen el móvil, como si de cualquier arma se tratara, y comiencen a teclear en silencio para contestar mensajes y correos electrónicos sea un momento de catarsis en el que te encuentres fuera de lugar. Observa la escena, porque seguramente no seas el único que se sorprenda de estos encuentros en los que el tiempo se reparte entre las consultas al móvil y los comentarios de esas consultas.

También te llevarás las manos a la cabeza cuando llegue la noche, hayas quedado con una 'amiga' o con un 'amigo' especial y no sepas cómo dejarle boquiabierto llevándole a algún sitio curioso a cenar. No puedes acceder a Internet, amigo, así que deberás hacer memoria y recordar algún restaurante chulo en el que hayas estado.

Tampoco podrás recurrir a tu Smartphone cuando no recuerdes alguna fecha, algún nombre o quieras resolver una duda existencial tal como 'Quién interpretaba a Chanquete en Verano Azul'.

El ayuno digital no evitará que más de una vez te toques el bolsillo buscando el móvil para consultar la hora, para mirar si tienes mensajes o, simplemente, para ver si en tu Facebook algún amigo ha publicado una fotografía en la que te hayan etiquetado.

Son las 00:00 horas. Ha terminado tu penitencia. Ahora qué, ¿te meterás en la cama o acudirás como un obseso a la tablet para revisar todo lo que te has perdido en la Red?