Los smartwatches y las Google Glass forman parte de una tendencia llamada "wearable devices", algo así como "dispositivos de vestir". Pero la electrónica puede incorporarse no sólo a los complementos, también a la ropa en sí. Si no, que se lo digan a Samsung, que ha organizado un certamen para jóvenes diseñadores que empleen las nuevas tecnologías en sus creaciones.

La iniciativa se llama Samsung EGO Innovation Project y este miércoles ha tenido lugar su puesta de largo, dentro de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. El ganador, el diseñador andaluz Leandro Cano de 30 años, ha aplicado las nuevas tecnologías a la alta costura de una forma innovadora: para dar movimiento a las prendas, simulando los latidos del corazón. Samsung le ha aportado 10.000 euros para el desarrollo técnico y la puesta en escena del proyecto. He aquí otra muestra, cortesía de Samsung:

Leandro Cano apunta maneras. En julio de 2012 recibió otro galardón en Berlín, el Designers for Tomorrow (diseñadores para el futuro). El diseñador dice que está preparando una nueva marca que será pret-â-porter (hay que reconocer que su colección de alta costura era demasiado futurista para nosotros) pero, por desgracia, lo más seguro es que deje de lado las nuevas tecnologías.

Hasta ahora, lo más cercano al concepto de Leandro Cano eran las prendas LED que propone por ejemplo Cutecircuit, también pensadas para pasarelas y espectáculos.

INNOVALLEY, LA INSPIRACIÓN BARCELONA-SAN FRANCISCO

En realidad, la moda tecnológica es algo que ya existe. Innovalley es una start up fundada en 2010 en Silicon Valley por un emprendedor catalán llamado Xavier Verdaguer (@xavierverdaguer). Propone conceptos verdaderamente fascinantes: incorporar tecnología en sudaderas, bolsos o zapatillas de deporte. ¿Para qué? Por ejemplo, para cambiar más fácilmente de canción o subir el volumen de tu MP3. O para que la batería de tu smartphone o portátil se carguen a través de mini-placas solares incorporadas a los tejidos.

Hay más ejemplos. Athos es una nueva marca de ropa deportiva tecnológica. Por ahora, permite hacer prerreservas (siempre que vivas en EE.UU.) de camisetas y otras prendas de nylon que incorporan un sensor del pulso cardiaco, el tiempo en que se realiza ejercicio, etc., aunque no serán baratas: 199 dólares.

Wereable Clothing es otra marca, en este caso holandesa, que hace ropa con placas solares para que (igual que Innovalley) puedas cargar tu móvil sólo con llevarlo cerca.

Y hay más. Sony ha patentado en EEUU una peluca que algunos proclaman ya como una versión "más discreta" que Google Glass? para el espionaje.

En cualquier caso, las wearable technologies, y en especial el llamado smart clothing, son aún fenómenos incipientes. ¿Te atreves a imaginar cómo será la moda en el año 2030?