Todo nos entra por los ojos. Nos venden un plato de comida por la pinta que ofrece, vestimos a la moda porque vemos cómo otros se ven estupendos con esas prendas. La vista nos permite ver lo que nos gusta, y es por la vista por dónde nos convencen para comprar un producto en lugar de otro. Los anuncios estáticos (los que se basan en una imagen y un breve texto) llevan décadas convenciéndonos inadvertidamente a través del posicionamiento de las imágenes y algún que otro truco más.
Posicionar imágenes en Publicidad
Todo lo que vamos a contar ahora tiene que ver con la capacidad cognitiva de los seres humanos, y dicho de forma más sencilla, con la preferencia que tenemos por las cosas sencillas y "fluidas", antes que las complejas y desafiantes. Cuanto más fácil de entender, mejor.
Hay una idea de la psicología cognitiva que se llama fluidez cognitiva que se ha difundido por el negocio últimamente. La idea es lo suficientemente simple: como seres humanos, preferimos aquéllo que es para nosotros fácil de procesar y de entender, y encontraremos los productos y mensajes que son fáciles de 'pillar' más deseables que aquéllos que son más desafiantes
Sencillo. Las compañías tratan de nombrar a sus productos con ganchos fáciles de recordar. Los anuncios son más simples cada día, rozando incluso lo absurdo, si los vemos con mirada crítica. Claro que utilizar la mirada crítica con un anuncio no es lo recomendable. La idea subyacente es que un golpe de vista debe bastar para encandilar al posible comprador.
El pasado vs el futuro, y cuanto más cerca mejor
Una forma muy interesante de jugar con las imágenes es tener en cuenta que, para cualquiera de nosotros que leemos de izquierda a derecha, el pasado y el futuro siguen la misma lógica. Es decir, si queremos mostrar la típica diferencia "antes y después", la imagen del pasado (la que muestra el lado malo) irá a la izquierda, y la del futuro (lo bueno que conseguiremos gracias al producto, por ejemplo), se situará a la derecha.
Esto es lógico porque vemos las imágenes igual que leemos, y eso significa que nuestro cerebro asocia cada imagen a una percepción temporal. El hecho de que estén una al lado de la otra nos hace concluir que una es consecuencia de la otra, o que gracias al producto podemos pasar de ese pasado que no nos gusta, al futuro que nos atrae.
En cuanto a la proximidad, el cerebro también tiene algo que decir. Dos imágenes cercanas están relacionadas (o al menos el cerebro interpreta que lo están, o está más predispuesto a creer que lo están, si hilamos más fino en la explicación). Cuanto más lejanas se muestren, menos impacto tendrán. Por eso en los anuncios de reducción de peso las dos imágenes están muy juntas, casi sin darnos respiro entre lo que era antes, y lo que es después. Para que podamos comparar perfectamente los matices. Y por eso, jugando con la posición de las imágenes se consigue vender más.
Vía | Neuroscience Marketing