Los teléfonos móviles posiblemente han conseguido lo que ningún otro objeto en la historia,tener una evolución tan rápida y ser vendido a tan gran escala en tan poco tiempo. En unas tres décadas, hemos pasado de cero a cien: ése es el tiempo que ha transcurrido desde que se comercializó el primer teléfono móvil y hoy ya hay 7.000 millones en todo el mundo. Lo que equivale a un 100% de penetración en la población mundial, alcanzando a todos los estratos sociales y llegando a todos los rincones del planeta. Hasta el año 1984, el teléfono estaba bastante generalizado y llegó a ser un objeto de uso corriente, pero a pesar de su importancia y popularidad fue sobrepasado por su versión portátil. Se puede decir sin miedo a exagerar que los teléfonos móviles han cambiado el mundo completamente y en MÁSMÓVIL lo sabemos muy bien. Así que vamos a repasar brevemente la historía de la telefonía móvil.
La telefonía móvil era solo un sueño
A pesar de lo que algunos creen, no fue Graham Bell, sino el italiano Antonio Meucci quien inventó al tatarabuelo del Smartphone. Lo llamó teletrófono y fue allá por 1870. Eso sí, el avispado Bell fue quien lo intentó patentar y se llevó la gran tajada comercial que le hizo rico. Con el paso del tiempo fue la compañía Motorola quien hizo una demostración pública en 1973 de lo que puede considerarse el antecesor del móvil, pero hubo que esperar hasta 1979 para que se pusiera en marcha en Japón la primera red de telefonía móvil comercial del mundo. Dos años después le siguieron modestas iniciativas en los países nórdicos y ya en la década de los años ochenta empezaron a funcionar otras redes en más países. Eran redes 1G.
En los 90 se extendió el funcionamiento de las redes 2G y una década después llegó el 3G. Y curiosamente, después de casi exactamente otros 10 años dimos la bienvenida al 4G. Ahora se están desarrollando prototipos de 5G para que en 2020 esté operativa la nueva generación. En 2015 todo el mundo usará esta conectividad. Pero además de la capacidad de las redes de comunicaciones, el punto de inflexión para este tipo de dispositivos llegó con la implementación de sistemas operativos específicos para teléfonos móviles. Eran los primeros smartphones. A finales de la década de los 90, empezaron a proliferar los llamados PDAs, con sistemas operativos como PalmOS, BlackBerry OS o Windows CE. Poco a poco fueron creciendo en complejidad y prestaciones, ofreciendo posibilidades que iban más allá de un organizador personal. A la agenda se le fueron sumando servicios como el calendario, la calculadora científica, el bloc de notas y finalmente el uso de correo electrónico y la navegación por internet. Por cierto, hoy Symbian puede parecernos una reliquia, pero hasta la explosión de estos primitivos sistemas operativos, era quien partía el bacalao y reinaba en los smartphones de medio mundo hasta el año 2010.
Obviamente, por aquellos años los smartphones eran un objeto de lujo y sofisticación al alcance de pocos. Eso sí, quienes podían acceder a ellos comenzaban a experimentar el embrujo que es capaz de desplegar una pequeña pantalla donde pasan cosas maravillosas y por ejemplo, a los BlackBerry se les llamaba "crackBerry" por la adicción que provocaban. Altos ejecutivos de Estados Unidos o Japón se valían de estas increíbles herramientas para dirigir sus negocios, y en algunas películas de Hollywood podíamos ver estos ingenios que parecían de ciencia ficción o "para ricos".
La popularización de la telefonía móvil
Año 2007. Aterriza en los escaparates el primer iPhone. Es uno de los primeros dispositivos de funcionamiento táctil al alcance de cualquiera (más o menos). De repente, los lápices o punteros que se necesitaban para interactuar con las pantallas de los teléfonos se convertían en algo obsoleto. Es una verdadera revolución. Un año después Google, esa empresa que empezaba a apoderarse del mundo, compraba el sistema operativo Android a su creador Andy Rubin y, como see suele decir, el resto es historia. El ecosistema comercial cambiaría para siempre y pasaría a estar dominado por estos dos gigantes: Android e iOS. Symbian es enterrado definitivamente y solo Windows Phone, que se reinventa y evoluciona, es capaz de mantenerse. En poco tiempo, las pantallas capacitivas hacen que el diseño de los smartphones ya no precise de un teclado físico como complemento y un teléfono móvil pasa a ser, básicamente, un ordenador con una pantalla y un montón de micro dispositivos como el acelerómetro y cámaras de fotos de una capacidad insospechada en su interior.
Actualmente se especula con la fabricación a gran escala de teléfonos modulares, plegables o alimentados con energía solar o cinemática. El futuro es dentro de un rato y llegará tan deprisa y será tan sorprendente que no podemos menos que maravillarnos ante la evolución de un aparato que ha cambiado para siempre nuestras vidas: el Smartphone.