Si te preguntas qué es el spoofing, debes saber que este término hace referencia a un tipo concreto de ataque informático. Se trata de una suplantación de identidad en la que el atacante se hace pasar por una persona física o por una empresa. Todo ello con intenciones maliciosas y buscando burlar la ciberseguridad de la víctima. Esta forma de operar que puede hacer uso del phishing es muy habitual. Además, las formas en las que se ejecuta son cada vez más sofisticadas.
Los procedimientos habituales del spoofing comienzan con la actuación de un cibercriminal que se hace pasar por una empresa conocida para la víctima. Generalmente, suplantan la identidad de la entidad bancaria de la persona o la de una tienda online que frecuenta.
El objetivo final es engañar al usuario para que ingrese en una web maliciosa. Normalmente, esa web falsa es un calco de página que la víctima cree que está visitando. Todo esto se realiza para conseguir que introduzca sus datos bancarios y así sustraer una cantidad de dinero.
La falsificación de páginas web es una de las técnicas de spoofing más habituales. Pero este fraude también se puede ejecutar enviando un SMS, un correo electrónico o llamando desde un número falso. Este contexto obliga a aplicar filtros como la activación del identificador de llamadas y a tomar todas las precauciones antes de hacer una operación financiera digital.
¿Qué significa spoofing?
El significado de spoofing procede de la traducción de la palabra británica spoof, que significa suplantación. A pesar de que este tipo de ciberataque está en auge, es posible protegerse de él y todo se basa en prestar atención.
Cuando se recibe una llamada de la sucursal bancaria en el que se solicitan datos, lo mejor es contactar con la entidad para confirmar la operación antes de dar ninguna información. También se recomienda rechazar correos y SMS que incluyan un enlace a una web o que estén redactados de forma extraña. Otra medida es desconfiar de llamadas en las que la otra parte pida que se ejecute una operación de forma rápida. La precaución es clave para evitar estos ataques.