El término KPI es de origen anglosajón y se crea a partir de las siglas Key Performance Indicator. Traducido al castellano, KPI significa Clave de Desempeño o Medidor de Desempeño y se refiere a un conjunto de métricas que tienen la función de simplificar pasos y de aumentar la eficacia de las acciones que se emprenden en un negocio o proyecto para alcanzar el objetivo final. También pueden llamarse indicadores de calidad o indicadores clave de negocio.

¿Qué es un KPI y ejemplos?

Partiendo de la base de que el KPI es un indicador de calidad que ayuda a mejorar, se pueden encontrar diferentes KPI con sus ejemplos. Uno de ellos es el de marketing digital, que está enfocado al aumento de ventas, a las palabras clave o a las tasas de medición de éxito. También son frecuentes los KPI de ventas que registran los índices de fidelización, los costes o las reclamaciones que hacen los clientes.

Otros ejemplos son los KPI de retail, que regulan aspectos como la cantidad de visitas, las tasas de conversión o las horas en las que se produce un mayor tránsito. El de logística que se encarga del inventario, del stock o de los errores en la facturación. También se pueden encontrar los de producción, los financieros que detectan aspectos tan importantes como el crecimiento o el grado de liquidez o los KPI de redes sociales que miden factores como el alcance de las publicaciones o la cantidad de seguidores.

¿Qué es KPI y qué tipos existen en marketing?

Todos los ejemplos anteriores corresponden a tipos de KPI, pero también se pueden encontrar otros como los de calidad que miden la eficacia de las producciones o los índices de quejas de los clientes. Además, se encuentran los de recursos humanos que regulan aspectos como las ausencias, la gestión de talento o la eficiencia de los procesos de selección.