Es El Dorado para las start-ups tecnológicas, el centro de la innovación tecnológica mundial. A pocos kilómetros de San Francisco hacia el interior del Estado de California se extiende el llamado Silicon Valley. Basta un paseo en coche para irte encontrando, una detrás de otra, con todas las grandes y más prometedoras firmas del sector: Google, HP, Facebook, Apple, Evernote, WhatsApp? Incluso la Nasa tiene allí un centro de investigación.
Pero, como todo en la vida, no es oro todo lo que reluce. La cadena HBO ha estrenado este año la serie de televisión Silicon Valley, una auténtica parodia del buen-rollismo que se vive en la zona.
Ante todo, allí todo es cool. La serie 'Silicon Valley' está creada por Mike Judge basada en su experiencia personal, como él mismo predica. Cuenta la historia de un grupo de informáticos frikis que crean una start-up que a nadie parece sorprender o interesar lo más mínimo. El protagonista tiene un empleo en Hooli, "la compañía más innovadora del mundo, que contrata a el mejor talento del planeta"? ¿Os suena de algo? Incluso los colores de las oficinas de Hooli son los mismos que los de Google.
¿Por qué verla?
- Es una serie divertida. Obligatorio verla si eres informático o tu trabajo está relacionado de algún modo con las nuevas tecnologías.
- Es diferente. No es otra serie de veinteañeros (o treintañeros haciendo de veinteañeros) viviendo cómodamente en una gran ciudad como Nueva York.
- Es realista. Las situaciones son quizás algo exageradas, claro está, pero el trasfondo es real como la vida misma. Se ríe del 'rollito cool', de los aires de superioridad de muchos emprendedores y de la absurda competición entre los inversores, que acaban metiendo ciegamente millones de dólares en una start-up que ni siquiera conocen.
- Si tienes una start-up, te será más útil (y barato) que un consultor. En Silicon Valley se concentra casi la mitad de todo el capital riesgo de EEUU, lo que no quiere decir que todo el mundo sea millonario allí. Cierto es que los salarios de la zona son muy elevados, lo que es bueno si tú eres el empleado, y muy malo si eres el empleador.
El coste de alquilar una mesa con dos sillas, dos ordenadores y un teléfono en una incubadora parte de los 700-800 dólares mensuales, y se eleva hasta los 3.000 ó 5.000 dólares cuando la plantilla crece y se necesitan además espacios para reuniones, etc.
Vivir es también costosísimo. Una habitación en una casa (es una zona fundamentalmente residencial) de estudiantes ronda los 1.500 dólares al mes. Por menos de ese dinero puedes compartir habitación, alquilar el sofá de una casa compartida o acampar.
El fundador de la app Yabo.com, Carlos de la Lama, asegura que durante los tres primeros meses en Silicon Valley, convivió con otros 15 emprendedores en el garaje de una casa, y que un amigo suyo pagaba 800 dólares al mes por compartir una habitación de motel con un esquizofrénico y un expresidiario enganchado al crack.
Pese a todo, miles de start-ups se trasladan cada año a Silicon Valley en busca de esa oportunidad entre un millón, igual que los actores van a Hollywood a intentar cumplir su sueño.
Como decía Goethe: "Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. Atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora".