Los sistemas de almacenamiento han ido evolucionando a medida que ha aumentado su necesidad. Hoy en día y en plena era digital, almacenamos fotos, vídeos, documentos y otros muchos contenidos personales en la nube. Es una forma de tener toda esa información accesible desde cualquier dispositivo y en cualquier momento.
A diferencia del almacenamiento en formato físico como los discos duros externos o las tarjetas de memoria, el almacenamiento en la nube escapa de alguna manera a nuestro controla al depender de servicios externos que nos ofrecen este tipo de almacenamiento. Por ese motivo es importante conocer qué es la nube y dónde se almacenan realmente nuestros archivos.
También te puede interesar: Discos duros externos de gran capacidad: nuestra selección
¿Cómo puedes saber dónde está la nube en tu móvil?
Aunque la adopción de estas tecnologías se ha multiplicado en los últimos años, hace algo más de una década que comenzaron a proliferar los servicios de almacenamiento. Dropbox, por ejemplo, inició su carrera de éxito alrededor de la idea de ofrecernos una cantidad de gigas extra lejos de la memoria física de nuestro teléfono. Una forma innovadora (en aquel 2008) de guardar archivos, documentos, fotos o vídeos para que no hiciera falta llevarlos físicamente consumiendo espacio.
A medida que las conexiones fueron mejorando, tanto por la expansión de la fibra en nuestras casas como por las redes móviles cada vez más rápidas, esos servicios fueron alcanzando a todo tipo de actividades que trasladaron toda su actividad a la nube.
¿Dónde está la nube en Android?
En la actualidad, no solo ese almacenamiento se realiza de forma remota en nubes como Google Drive, OneDrive de Microsoft, la propia Dropbox, iCloud o Amazon. Las empresas han comprendido la importancia de estar siempre disponibles para sus potenciales clientes, y se sirven de ellas para trabajar. A todas horas.
Es por eso que cuando reproducimos una película o una serie de Netflix, estamos utilizando la nube. Cuando creamos un nuevo contacto en el teléfono, estamos usando la nube. O cuando pedimos en el cajero del banco un extracto de nuestro saldo de la cuenta, o al bajarnos un libro para el Kindle, o al escuchar un tema musical de Spotify y, por supuesto, al alquilar una habitación de hotel, comprar un objeto de segunda mano o hacer una reserva para un restaurante. Todos utilizan la nube.
¿Dónde está la nube en iPhone?
Similarmente, los usuarios de iPhone también utilizan servicios en la nube para acceder y almacenar su información. Aplicaciones como iCloud permiten a los usuarios de Apple mantener sus fotos, documentos y otros datos sincronizados y accesibles desde cualquier dispositivo Apple. Además, muchas aplicaciones de terceros en iPhone utilizan servicios en la nube para ofrecer sus funcionalidades, garantizando que la información esté siempre disponible y segura.
¿Cómo funciona el almacenamiento de datos en la nube?
El almacenamiento de datos en la nube se basa en la idea de tener toda nuestra información importante accesible desde cualquier dispositivo con capacidad para conectarse a Internet. Este concepto permite que nuestras fotografías, vídeos, documentos de texto, contactos, videojuegos, favoritos de Internet y otros archivos estén disponibles 24/7, los 365 días del año.
La nube nos ofrece la ventaja de no tener que llevar nada almacenado físicamente en nuestros dispositivos, ya que toda la información se guarda de manera remota en servidores. Esto significa que, en caso de que nuestro dispositivo se dañe o se pierda, podremos recuperar nuestra información fácilmente desde un nuevo dispositivo.
La evolución del almacenamiento en la nube comenzó hace más de 50 años con el desarrollo del "cloud computing" en la década de los 60. Este modelo de almacenamiento de datos a través de redes de ordenadores ha permitido que las empresas y los usuarios almacenen información en enormes servidores que se pueden acceder de forma remota.
A lo largo de los años, y con la mejora de las conexiones a Internet, estos servicios se han expandido y ahora incluyen una amplia gama de actividades, desde el almacenamiento de archivos hasta la transmisión de contenido multimedia y la realización de copias de seguridad automáticas.
¿Dónde se guardan los datos en la nube?
Ahora bien, ¿te has parado alguna vez a pensar dónde está exactamente eso que denominan “la nube”? Bueno, obviamente no, no se han inventado los servidores voladores, y mucho menos, en las cantidades que se requieren actualmente para cubrir todas las necesidades de un planeta que tiene virtualizada, prácticamente, la totalidad de su información más sensible.
La respuesta es muy sencilla: en un data center, o mejor dicho, un centro de procesamiento de datos de los que hay miles repartidos por todo el mundo. Se trata de enormes superficies donde hay servidores trabajando 24/7 los 365 días del año, que son los encargados de almacenar toda la información que subimos desde una aplicación. Por ejemplo, esa fotografía que acabáis de capturar y que instantáneamente se sube sola a la nube.
Esos centros están repartidos por todo el mundo, llegando a la paradoja de que el mismo servicio que tenemos contratado, por ejemplo con Dropbox, guarda nuestras imágenes en un centro de datos en EE.UU., mientras que ese otro documento de Word lo ha llevado a un continente distinto. Aunque físicamente estén separados por distancias siderales, ambos los veremos en la misma pantalla a una distancia tan corta como la de nuestro propio dedo.
Obviamente, para mantener esa actividad frenética con miles de millones de peticiones a todas horas, esos centros de datos necesitan de toda una batería de medidas de seguridad para no perder todo lo que almacenan ni quedarse fuera de servicio. Es por eso que los data center están preparados para realizar copias de seguridad de forma periódica. Y, sobre todo, cortafuegos para evitar problemas como un corte repentino de energía.
Algunos de estos centros no solo cuentan con medidas alternativas ante una falta de suministro, sino que añaden terceras y cuartas capas capaces de mantener la actividad durante un número prudencial de horas.
Eso sí, no penséis que esos centros de datos están creados por las empresas con las que contratáis los servicios. En la mayoría de ocasiones se trata de otras compañías que son las dueñas de esos data center las que se hacen cargo del servicio.
Es el caso de Amazon, Google o Microsoft que, con sus marcas AWS (Amazon Web Services), Azure Arc y Google, copan la práctica totalidad del almacenamiento que requieren las empresas que nos hacen llegar su información a través de apps para móviles, tablets, ordenadores, consolas, Smart TV, etc.