Los ordenadores, teléfonos móviles, tabletas y otros gadgets que tenemos en casa y en las oficinas son estupendos, pero tienen un problema entre lo estético y lo funcional: los cables. Hasta que se popularicen los sistemas de transmisión de electricidad inalámbrica, recarga de baterías sin contacto o la transmisión de señales de vídeo sin cables ?todas ellas todavía en laboratorio? tendremos un panorama de solador: mesas llenas de cables como si fueran espagueti, enredos, cargadores y transformadores de todos los tamaños.
Ideas para ordenar los cables
La solución profesional: Ordenar los cables con un soporte de monitor (de 50 euros en adelante). Los que quieran no complicarse la vida, puedan permitirse un capricho o sean unos apasionados del diseño pueden comprar un «soporte de monitor y cables profesional» de los muchos que hay en el mercado ? el de la foto es de Space Bar de Quirby. Los hay de todos los tamaños, diseños, y funcionalidades: es fácil encontrar uno que haga juego con el color del monitor o el teclado, que tenga las medidas apropiadas o que incluya cualquier tipo de «extra». Porque una vez que uno elige este tipo de solución y está dispuesto a pagar por ella ?para qué negarlo? cualquier opción es una tentación: puertos USB, enchufes, fusibles o incluso altavoces.
Para los manitas del bricolaje, se puede ordenar los cables en un tablero bajo la mesa (25 a 50 euros). Una solución práctica para esconder los cables es pasarlos todos ellos por debajo de la mesa y dejarlos allí, «colgando». Quien tenga algo de habilidad y paciencia puede construirse un tablero de mesa en el que encajen perfectamente todos los transformadores, cargadores y equipos de apoyo como routers, tomas de corriente o hubs ? en la web Decluttered.com explican todos los trucos para encajar cada tipo de cable y chisme electrónico adecuadamente. Las piezas básicas pueden conseguirse a partir de unos 20 o 25 euros; el resto es cuestión de habilidad, paciencia y buen hacer.
La solución de baja tecnología, ordenar los cables con clips (0,99 euros). Esta última opción es ideal para los tiempos de crisis, para quienes valoren las soluciones ingeniosas sobre el diseño o simplemente quieran gastar lo justo. Basta una visita al bazar chino para volver con todo lo necesario: clips metálicos de varios tamaños para sujetarlos al borde de la mesa y pasar por ellos los cables. Así, cuando no se usan, quedan perfectamente al alcance de la mano, no se enrollan y se pueden posicionar a lo largo del borde de la mesa en el lugar más adecuado para reducir su visibilidad. Una precaución: existen clips de varios tamaños, y hay que escoger los que sirvan tanto para pinzar la mesa según su grosor como para pasar por los engarces metálicos los conectores más grandes. Además, como bonus, con los clips que te sobren puedes aprovechar mejor el espacio para las botellas en el frigorífico.
Foto | In a bed of cables (CC) Globalism Pictures @ Flickr