Los cables USB aparecieron recientemente para ayudar a interconectar aparatos entre sí. Gracias a estos accesorios ganamos en conectividad, pero a veces la conexión vía USB es algo complejo. Y es que en efecto todos los USB que puedes encontrar tienen diferencias propias, por lo que conviene aprender cuántos tipos hay y cómo identificarlos.
USB, imprescindible para la interconexión
Caminamos hacia entornos inalámbricos, pero los USB no tienen visos de desaparecer ni mucho menos. Estos conectores siguen el mundo de la electrónica y son de las los más buscados.
Y es que estos cables sirven para interconectar prácticamente todo tipo de aparatos; de ahí sus siglas, Universal Serial Bus, que lo colocan como los accesorios imprescindibles que son.
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Pero no por ser universal puedes interconectar indistintamente con ellos cualesquiera dispositivos, ya que no todos los conectores USB sirven para lo mismo. Hoy repasamos los tipos de USB que hay tanto en conectores como en capacidades.
Tipos de USB por versión
Aunque no se suelan distinguir a primera vista, los USB son diferentes según su versión. Y es que estos accesorios se van renovando con nuevas mejoras que se notan sobre todo en la velocidad.
Por tanto, la versión de un USB también determina su uso, aunque con el tiempo vemos que poco a poco se van quedando obsoletos.
USB 1.0
Es el más antiguo de todos y ya prácticamente no se usa. Pero si conectas un dispositivo de estas características probablemente funcione sin problemas.
Dada su baja tasa de transferencia (1,5 Mbit/s) es perfecto para dispositivos que mandan solo señales y necesiten poca energía como son los ratones o los teclados.
USB 2.0
En la actualidad, el estándar más extendido en todos los dispositivos. Lo reconocerás por el color blanco de las clavijas; sin olvidar la integración de mejoras en alimentación y potencia.
Hablamos de un aumento considerable de una transferencia de 4,5 W, por no hablar de que puede enviar 480 mbps.
USB 3.0
Desde hace unos años se ven estas clavijas de color azul en ordenadores y otros dispositivos. Estos USB son de velocidad superalta, pero para ello es necesario que tanto el conector como el aparato tengan la misma conexión.
Aquí tenemos una potencia diez veces mayor que el estándar anterior, por lo que es perfecto sobre todo para mover información muy pesada entre dispositivos que puedes guardar en discos duros.
USB 3.1, 3.2 y 4.0
Agrupamos estos tres últimos estándares porque son los más modernos. Estos nuevos conectores son capaces de llevar 10, 20 y hasta 40 Gbps.
Con ellos también se lanzó el formato USB C que ahora impera en el sector de la telefonía. Permite una mayor velocidad de transferencia de datos, el uso reversible del conductor y la carga rápida que también llega a los ordenadores portátiles.
Tipos de USB por conector
Como te decíamos antes, no hay un solo cable USB y los aparatos deben ser compatibles para aprovechar todas las funciones de que disponen. En este caso, hay tres tipologías.
USB A
Este es el más extendido y se reconoce principalmente por su aspecto rectangular. En su interior se colocan las diferentes conexiones en una superficie que los protege y además está recubierto por una placa de metal con dos orificios que sirven de enganche.
Solo tiene una única forma de colocarse, por lo que es importante que no fuerces el cable o conector. Dispone además de dos versiones más, llamadas mini y micro.
USB B
También cuenta con versiones mini y micro, y está sobre todo presente en impresoras por lo que tal vez no la veas en otros aparatos.
USB C
Esta conexión es mucho más reciente. Supone una entrada o salida de gran velocidad y potencia de información y energía. Y es una conexión pequeña, perfecta para ahorrar espacio en una placa o ponerla en la base de un móvil.
Como puedes ver, son muchos los tipos de conectores con los que puedes trabajar a día de hoy, por lo que es importante conocer sus características para saber qué te pueden aportar.
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