Normalmente, las compañías telefónicas establecen una tarifa fija sin importar la cantidad de datos , tiempo y flujo gastados (plan también conocido como abono fijo). A esta estrategia se la conoce como tarifa plana y, más allá de ofrecer un servicio competente al cliente, también trata de ser una opción económica que permita fidelizar al mismo.

A partir de esta premisa, se ofrecen diferentes modalidades de contrato de tarifa plana en función de la cantidad de datos máxima a consumir, la tarifa en las llamadas a móviles o teléfonos fijos y otros aspectos que confeccionan acuerdos únicos entre proveedor y consumidor.