Hay dispositivos móviles que forman parte del día a día de millones de usuarios. El smartphone es uno de esos dispositivos. De hecho, es el producto estrella de todas las compañías telefónicas y es utilizado por empresarios y por particulares.

Definición de Smartphone

Hoy en día el término smartphone tiene una definición que es la de dispositivo móvil de pequeño tamaño que aporta todas las funciones de un teléfono móvil tradicional y de un asistente digital personal.

Para recalcar qué es el smartphone hay que partir de la base de que es la evolución del propio teléfono móvil tradicional porque permite a su usuario almacenar todo tipo de información, entre la que se incluye contenido multimedia, es capaz de enviar y de recibir SMS, pero también correos electrónicos o mensajes a través de aplicaciones de comunicación. Además, da la opción de instalar diferentes plataformas y programas.

Otro rasgo del smartphone es que funciona bajo diferentes sistemas operativos. Los más destacados son iOS, que es el que emplean los usuarios de iPhone y Android que es el sistema que pertenece a Google. La inclusión de estos sistemas es una muestra de la evolución de estos dispositivos que son muy diferentes al primer smartphone de España que surgió en 1994.

¿Para qué sirve un Smartphone?

Cuando se menciona a un smartphone y para qué sirve hay que tener en cuenta las aportaciones de este dispositivo. La primera de ellas es que da la opción de centralizar procesos que son muy diferentes en un artefacto que cabe en la palma de una mano.

Por otro lado, este dispositivo mejora las posibilidades de comunicación empleando canales orales, escritos y especialmente audiovisuales. También da la opción de navegar por internet.

Otra característica importante es que permiten instalar aplicaciones que le otorgan un funcionamiento muy versátil. Finalmente, destaca el hecho de que es un dispositivo portátil capaz de interactuar con otros dispositivos.

A pesar de que las aportaciones del smartphone son muy interesantes, es importante destacar algunos factores que recaen sobre su uso y su gestión. Uno de ellos es que pueden generar dependencia en los usuarios que los lleven al aislamiento social. Además, todas las funciones que ofrecen suponen un estímulo continuo que podría ser perjudicial para algunas personas.

También es importante el hecho de que tienen un coste muy alto, requieren de una gran cantidad de energía para funcionar y su uso como canal de conexión a internet obliga a la persona a proteger su privacidad.