El sensor de proximidad se trata, tal y como su nombre indica, de un sensor que detecta el acercamiento de tu cara, apagando la pantalla del móvil cuando el mismo entra en contacto con tus oídos.
¿Para qué sirve el sensor de proximidad?
¡Para ahorrar energía! A través de un conjunto de infrarrojos, el móvil envía una señal a través de luces LED. Uno de los infrarrojos recibe la señal de luz, mientras otro capta el regreso, procediendo al apagado.
Además de ahorrar energía, el sensor de proximidad del móvil permite que se desactiven otras funciones y aplicaciones dentro del smartphone, a fin de proteger el equipo de cualquier función táctil que pueda afectar a otras apps.