Acrónimo de Global System for Mobile Communication (o Sistema Global para las Comunicaciones Móviles), el GSM consiste en un sistema estándar de telefonía móvil digital. Esta tecnología permite a un cliente conectarse a través de su smartphone con su ordenador y, de esta forma, poder enviar y recibir emails, navegar por Internet o acceder a otros muchos programas disponibles en otro dispositivo.

Actualmente, la señal GSM es el estándar de telecomunicaciones móviles más grande del mundo con un 82% del total de terminales activos, ofreciendo numerosos beneficios tanto a consumidores como a operadores de red que puedan elegir entre diferentes proveedores GSM.

¿Para qué sirve el sistema GSM?

En líneas generales, el sistema GSM sirve para comprimir datos y digitalizarlos. Pero sus funciones van mucho más allá, ya que después dicha información es enviada a otros dos flujos de datos a través de un canal. Además, cada envío tiene su propio intervalo de tiempo. También es interesante el hecho de que este sistema opera en una banda de frecuencia que oscila entre los 900 megaHertz y los 1.800 megaHertz.

Hoy en día, el sistema GSM está catalogado como una evolución de las telecomunicaciones a través de los móviles. En este sistema también aparecen los datos que son conmutados por circuitos de alta velocidad, por un entorno GSM de datos mejorados, por un servicio de telecomunicaciones móviles que operan a nivel universal y por el servicio general de radio por paquetes.

También hay que tener en cuenta que el sistema GSM tiene sus propias extensiones, que es lo que ocurre con EDGE. En este caso se trata de un modo de transmisión de datos que quedan divididos por paquetes. En líneas generales, divide los mensajes largos en paquetes comprimidos.

El sistema GMS muestra una evolución que procede de sistemas UMTS, que es una tecnología usada por teléfonos móviles de tercera generación y que tiene antecesores en otros sistemas generados en los años 80.

¿Cómo funciona la tecnología GSM?

Para saber cómo funciona la tecnología GSM hay que partir de la base de que este sistema está formado por cuatro partes que están separadas, pero que al juntarlas funcionan de una forma conjunta. Esas partes son el propio dispositivo móvil, el subsistema que cuenta con una estación base y otros dos subsistemas, uno el de conmutación de red y otro el de operación y soporte.

A partir de ahí, el dispositivo móvil queda conectado a la red con el hardware. Por otro lado, una tarjeta de módulo de identidad aporta a la red información de identificación sobre el usuario móvil. Después, el subsistema de estación base gestiona el tráfico entre el móvil y el subsistema de conmutación de red.

Posteriormente, aparecen dos componentes esenciales, uno de ellos es la estación transceptora base y otro el controlador de la estación base. La estación transceptora base tiene el equipo que se comunica con teléfonos móviles. Mientras que el controlador de la estación base es la inteligencia que se encuentra tras el sistema, que dirige las comunicaciones y que controla a una serie de estaciones transceptoras. También hay operadores GSM que tienen acuerdos de roaming con operadores extranjeros.