Dentro de los paquetes más populares de programas ofimáticos encontramos diferentes herramientas. De entre ellos los procesadores de texto son de los más importantes y populares; uno de los más conocidos es Microsoft Word. Esta aplicación destaca por la versatilidad de sus capacidades: si quieres crear documentos profesionales y fácilmente legibles, en este post repasamos qué son las sangrías de Word, qué tipos hay y cómo y cuándo usar cada uno de ellos.
¿Qué es la sangría de Word?
Seguramente hayas oído mencionar, junto con otros igual de importantes dentro del argot de la edición, el término "sangría". Y no solo en Word, sino como decimos en cualquier herramienta utilizada para el procesamiento y edición de textos.
La sangría está relacionada con el margen del documento, pero no es en absoluto lo mismo. Utilizando diferentes sangrías cambiaremos por completo el diseño de los párrafos y, con ello, ayudaremos a que aumente la legibilidad del texto.
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Se llama sangría a la distancia de los párrafos con respecto al borde derecho o izquierdo de la página. Y se caracterizan porque, en general, solo se aplican a pocas líneas de texto; es decir, pequeñas cantidades de palabras o párrafos.
Utilizando esta herramienta, conseguiremos destacar tipográficamente aquellos pasajes del documento que nos interesen. Vemos a continuación los tipos y cómo aplicarlas.
Qué tipos de sangría hay en Word y cómo se usan
Tanto en las versiones de escritorio y como cloud puedes aplicar sangrías a tu documento de Word, por lo que la ruta para encontrarlas es exactamente la misma.
Antes de nada, debemos localizar desde dónde se aplica: en el menú Presentación. Desde aquí tendrás que ir a Párrafo, y acceder a la personalización de la sangría.
Desde aquí tienes la oportunidad de tener a mano todas las opciones de posición para que tu texto quede a tu gusto.
Cada punto que añadas aumentará la distancia entre el párrafo y el margen, por lo que deberás verificar que haya armonía entre ambos puntos.
Por eso, vamos a echar un vistazo a las opciones más rápidas para que el párrafo esté correctamente organizado. Ten en cuenta que existen cuatro sangrías diferentes que puedes usar:
- Izquierda: el párrafo quedará perfectamente alineado en la parte izquierda, pero el lado derecho no medirá siempre lo mismo.
- Derecha: el párrafo queda alineado perfectamente en el margen derecho del dispositivo, aunque será el izquierdo el que no tendrá la misma distancia.
- Centrada: el texto parecerá estar escrito desde el centro y esto causará que las líneas tengan una longitud diferente aunque su distancia respecto a los márgenes será la misma en el lado izquierdo como en el derecho.
- Justificada: tanto el lado izquierdo como el derecho tienen la misma longitud aunque cada línea no tenga el mismo número de palabras.
Estas dos últimas son particularmente especiales. La sangría justificada, si no se configura adecuadamente, puede generar una distancia mayor entre las palabras para ajustar cada línea, lo cual puede resultar antiestético y dificultar la lectura.
Por su parte, la centrada es un buen recurso literario, especialmente para todos los amantes del verso, que hacen que cada uno sea mucho más elegante, sobre todo si son cortos.
En la imagen superior te dejamos los ejemplos más claros con un texto genérico, pero así es como quedaría cada párrafo con una alineación diferente de las que te ofrece Word.
Entonces, ¿cuándo se usan unas y otras? Aunque depende mucho del tipo de texto, por una cuestión de legibilidad, desde MÁSMÓVIL te recomendamos que varíes entre la derecha y la izquierda ya que el texto se hace menos monótono que con la justificada. Esperamos que esta función y otras posibilidades de Word te ayuden a generar mejores textos profesionales cuyo diseño destaque e impacte.