El término QoS hace referencia a las tecnologías y a los mecanismos que forman parte de una red y que se emplean para controlar su tráfico y los elementos relacionados con ella. El ejemplo más gráfico es el de las empresas que recurren a las QoS para dar un uso preferente a las aplicaciones que pueden ofrecerles un alto rendimiento.
Es habitual que se apliquen las QoS en las redes que cuentan con un tráfico que lleva a un uso constante e intensivo de recursos. Entre ellos se encuentran la televisión por protocolo de internet, los medios de transmisión, las videoconferencias o los juegos en línea. Además, permite a las empresas gestionar datos como la velocidad, la fluctuación o el retraso de los paquetes de su red. Como consecuencia, pueden saber que paquetes dificultan el tráfico y qué pueden hacer para mejorar sus estándares de calidad.
La importancia del QoS también reside en que hay elementos que no tienen un soporte físico y que son empleados diariamente por usuarios y entidades formando parte del software. Sin ellos el funcionamiento y el uso de muchos dispositivos electrónicos no tendría sentido.
Definición de QoS
La definición que explica qué es QoS parte del análisis etimológico de este concepto que es el acrónimo de Quality of Service. Su traducción al castellano es “calidad de servicio”. A través del QoS las empresas tienen la opción de priorizar el tráfico de datos a determinados clientes.
Por otro lado, destaca el hecho de que existen distintos tipos de tráfico que mide el QoS, entre ellos se encuentra el ancho de banda que hace referencia a la velocidad de un enlace o la demora que se refiere al tiempo que tarda un paquete desde su punto de partida hasta su destino. Siguiendo esta línea también aparece la pérdida que son los datos que se pierden por factores como la congestión de la red y la fluctuación que explica las distorsiones que sufren los propios datos.