La fusión entre tecnologías y empresas ha dado lugar a la generación de conceptos como el cloud computing. Al definir qué es el cloud computing tenemos que tener en cuenta que es una tecnología diseñada para acceder a una serie de servicios que se encuentran en la red y bajo demanda. Es decir, las empresas acuden a tecnologías avanzadas y únicamente pagan por lo que consumen. Generalmente, es la pequeña y la mediana empresa la que se beneficia del cloud computing.

Por otro lado, existen diferentes tipos de cloud computing, uno de ellos es la nube pública en la que un proveedor aporta sus recursos a las empresas que llegan a él a través de internet. Otra modalidad es la nube privada que únicamente es utilizada por una organización, por lo tanto, es esa empresa la que tiene todo el control y cuenta con una seguridad garantizada.

Finalmente, existe una nube híbrida que combina ambos servicios. Este tipo ofrece una red privada en la que están presentes ciertas aplicaciones y un espacio público en el que están disponibles otras aplicaciones que son catalogadas como secundarias. Lo normal es que la nube pública tenga unos precios muy asequibles, de ahí que muchas pymes quieran acceder a ella.

La opción del Cloud Computing para empresas

El cloud computing ofrece una serie de ventajas que han provocado que muchas empresas vean a esta tecnología como un recurso interesante para su actividad. Además, su incorporación no supone un coste importante para los presupuestos de una entidad.

En primer lugar, es un servicio escalable, por lo tanto, da la opción de que se usen únicamente los servicios que se necesiten. Por otro lado, al tener el cloud computing desaparecen los costes de mantenimiento. Además, las nubes son seguras y cuentan con una amplia red de ciberseguridad, también es una herramienta colaborativa y está totalmente descentralizada. Todo eso permite que las conexiones al cloud computing se puedan producir desde cualquier sitio.