Lo que sí parece claro es que Google está desarrollando un sistema operativo alternativo a Android y Chrome OS, para que en un futuro pudiera sustituirlos. Pero poco más está claro aún, ya que no conocemos a ciencia cierta qué dispositivos lo llevarán, ni cuándo estará disponible para que podamos disfrutar de él. Puede ser que en un momento dado Fuchsia OS sea el único sistema operativo de la empresa con sede en Mountain View o que conviva con los dos sistemas que tienen actualmente en el mercado.
De todas formas, vamos a ver todo lo que sabemos de Fuchsia OS en la actualidad, para intentar salir de todas las dudas que genera este nuevo software de la gran G.
¿Qué es Fuchsia OS?
Fuschia es un sistema operativo modular en tiempo real que Google lleva desarrollando desde el año 2016 y que debe funciona en procesadores con arquitectura ARM de 64 bits. Cuando hablamos de un sistema operativo en tiempo real, nos referimos a que es capaz de tomar decisiones a determinadas situaciones en el momento. No se basa en el kernel de Linux como si ocurre en Android, por lo que es un concepto totalmente distinto.
Fucshia está basado en Zircon, un nuevo kernel creado por Google y su interfaz, llamada Armadillo, es completamente nueva y distinta a lo que hemos visto hasta ahora, puesto que está integrada en el Flutter SDK de Google.
Este nuevo sistema operativo está preparado para usarse en smartphones, tablets, portátiles y ordenadores de sobremesa según los datos que proporciona la propia empresa. Cualquiera puede descargarse el código fuente de Fuchsia OS, ya que es de código abierto y está publicado por Google.
Sobre todo, desde que la empresa hizo públicos los datos de este nuevo sistema para que todo el mundo los pudiera descargar, los rumores de que será el sustituto de Android se han multiplicado. Aun así, en un principio, suena un poco extraño que quieran empezar desde cero con un nuevo sistema cuando ahora mismo dominan ampliamente el panorama mundial.
Fuchsia busca la innovación
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Podemos hablar de que la gran diferencia de este nuevo sistema operativo con respecto a los que conocemos actualmente es su sistema modular, algo que va a favorecer mucho en ciertos sentidos, entre los que se encuentran las futuras actualizaciones.
Podemos decir que Fuchsia OS está compuesto por cuatro capas, teniendo cada una de ellas una función determinada.
- Zircon: la primera capa está basada en un kernel que se encarga de controlar el acceso al hardware de todo el sistema y de ser una especie de plataforma de desarrollo de software.
- Garnet: en esta capa es donde tenemos componentes que son primordiales para que todo el software pueda funcionar, como pueden ser drivers, instalaciones, comunicaciones y muchos más elementos. Además, aquí es donde se gestionarán las actualizaciones que reciba Fuchsia.
- Peridot: en esta capa es donde podemos gestionar todo lo relacionado con las aplicaciones que vayan llegando al sistema, bien por actualizaciones o por descargas del usuario. Se divide en dos partes llamadas Ledger y Maxwell. La primera es la que se encarga de guardar y sincronizar las apps, mientras que la segunda es la parte donde se alberga todo lo relacionado con la inteligencia artificial.
- Tapaz: esta última capa es donde tenemos las aplicaciones de sistema, aquellas que son primordiales para que se ejecute perfectamente el sistema operativo.
Este diseño modular hace que ya no exista el concepto de aplicación como tal y ahora se denominen package (paquetes), lo que les convierte en una serie de archivos capaces de realizar ciertas tareas, con elementos que son ejecutables (components) y que se pueden asemejar como apps actuales.
Los componentes (components) principales de Fuchsia OS son los módulos (models) y los agentes (agents).
- Agentes: son los encargados de proporcionar servicios a otros componentes, por lo que siempre están trabajando en segundo plano.
- Módulos: cada uno de ellos realiza una tarea determinada y se ejecuta de manera automática. Son visibles en la interfaz cuando se le necesita y estos siempre se ejecutan en primer plano.
La gran ventaja de este nuevo sistema operativo es que cada capa es individual de la anterior, lo que proporciona una capacidad de funcionamiento totalmente distinta a lo que no hemos visto hasta ahora, ya que se podrá utilizar una capa directamente sin tener que afectar a ninguna de las demás. Esto será un avance a la hora de las actualizaciones del propio sistema operativo, ya que se podrán enviar y ejecutar de manera independiente.
¿Cuándo llegará Fuchsia OS?
La verdad es que no tenemos respuesta para esa pregunta. Hubo unos años atrás donde parecía que Google había paralizado su desarrollo, pero el pasado 2020 hicieron oficiales algunos nuevos parámetros, además de hacer públicos los módulos para los desarrolladores externos, lo que confirmó que seguían trabajando en él.
Según algunos rumores ya se habrían realizado pruebas en algunos dispositivos. Parece ser que Huawei lo habría probado en un Honor Play para ayudar a Google en su desarrollo, aunque con el veto que hay actualmente bajo la marca china en Estados Unidos, no sabemos si esta información será del todo cierta.
Según algunas informaciones la intención de Google es que Fuchsia esté en ciertos dispositivos, sobre todo orientados hacia un hogar inteligente, en los próximos 2 o 3 años, para lograr en unos 5 o 6 años que llegue a todos los dispositivos donde ahora domina Android.
Desconocemos si estas informaciones son ciertas o no, pero lo que sí parece claro es que la apuesta por Fuchsia parece cada vez más clara y que por lo que conocemos de toda su arquitectura es un sistema operativo que llega con lo mejor de Android y resolviendo muchos de problemas de este.
De todas maneras, si queréis probar Fuchsia OS existe una versión, que no es para nada funcional, tanto para PC como para móvil que ha colgado el desarrollador mgulao en Github.
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