Acaba de sonar el despertador, son las 7:20 y en un momento ya están cayendo caramelitos por la pantalla de mi móvil. Hasta hace una semana me solía despertar a las 7:30 pero este maldito nivel 85 me trae de cabeza, anoche terminé con el resto de vidas y ya era muy tarde para que nadie pudiera cederme alguna a través de Facebook. ¿Os resulta familiar?

Candy Crush Saga, el juego desarrollado por la empresa británica King y publicado en septiembre de 2012 cuenta con más de 45 millones de usuarios activos mensuales a través de Facebook (más que Farmville) que esperan ese subidón de adrenalina que recibes cuando enganchas la combinación perfecta y empiezan a volar caramelos gigantes y explosiones de chicle y regaliz. Su nivel de adicción es tremendo por diferentes factores, la competición con tus amigos de Facebook, la curva de dificultad de los niveles, la sensación de que es un juego que nunca termina y sobre todo la angustia cuando terminas todas tus vidas y tienes que esperar 30 minutos o conseguirlas de tus amigos. Todo un carrusel de emociones en la palma de tu mano. ¡Delicious!

Pero toda esta adicción tiene una base científica, el llamado "Efecto Zeigarnik", en honor a la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik que lo descubrió y que demuestra cómo olvidamos con facilidad tareas completadas y sin embargo no somos capaces de sacar de nuestras cabezas tareas que aún tenemos pendientes. Esta misma teoría la utilizan los guionistas de las series con los conocidos "cliffhangers" o tramas incompletas que nos dejan en vilo al final de los capítulos.

Las cifras son mareantes, a pesar de que la aplicación es gratuita, King ingresa 850.000 dólares diarios por compras de vidas, "powerups" y desbloqueo de niveles aunque aseguran que el 70% de los jugadores que llegan al último nivel nunca han pagado un céntimo por la aplicación. Incluso, se conocen casos en Japón de gente que se ha enamorado en el metro a partir de una solicitud de vidas en Candy Crush.

Sea como sea yo seguiré buscando cualquier momento para intentar superar ese maldito nivel 85. Y por cierto, si queréis una vida, desinstalad el juego. Ahí la tenéis.