¿Es usted de los que sufren al aparcar cuando la plaza es pequeña o está esquinada? Si tienes un Audi y un smartphone, pronto podrás aparcarlo a distancia. Y es que la marca alemana de coches ha desarrollado una app de "Parking pilotado". Está pensado para aparcamientos públicos y, básicamente, consiste en que a través del móvil y sin necesidad de estar dentro del vehículo, el coche aparca por sí solo.

Al parecer, los ingenieros de Audi ya han probado este sistema con uno de sus modelos de alta gama, el A7, y los resultados son satisfactorios. "Nuestro sistema de aparcamiento asistido Garage Parking Pilot ayuda al conductor a realizar esas maniobras de aparcamiento con las que precisamente no se disfruta al volante", dice educadamente Stefan Stümper de Audi Electronics Venture.

Es muy sencillo de usar. El conductor solicita al navegador del coche que encuentre un lugar en el que aparcar. El navegador se pone en contacto con los sistemas del parking y se encuentra conectado también con el smartphone a través de bluetooth. Una vez identificada la plaza, el coche se dirige hacia la entrada del aparcamiento. Ya allí, el conductor sale del vehículo y selecciona la app de Audi en su smartphone. Por último, a través de esa app, sólo debe indicar al coche que aparque en la plaza en cuestión.

Lentamente el coche se dirige a la plaza seleccionada, midiendo las distancias a través de una serie de sensores y cámaras, y él solo se encarga de realizar todas las maniobras para aparcar. No sólo eso. Cuando termina, el vehículo se para, apaga las luces y se cierra solo.

Dicho de otro modo: con este sistema no es necesario ni siquiera entrar al parking. El sistema sirve también para desaparcar: una vez pagado el coste del aparcamiento (también se puede hacer desde el Smartphone), se entra de nuevo en la aplicación móvil e se indica al coche que se dirija a la salida. ¿No les recuerda a aquello que decía Michael Night, "Kit, te necesito", en la serie El coche fantástico?

Y si el vehículo perdiera la señal con el aparcamiento, no pasaría nada. Se detendría y el único inconveniente es que tendríamos que ser nosotros mismos quienes lo quitáramos de en medio y lo aparcáramos como hemos hecho toda la vida.

Todavía queda tiempo para que este sistema en fase de prueba sea una realidad cotidiana. Básicamente porque los parkings necesitan dotarse de una infraestructura tecnológica de conectividad que, hoy por hoy, no tienen. Además, en España necesitaríamos una red wi-fi con una mayor potencia.

También debería mejorar la seguridad en las comunicaciones entre el parking, el coche y el móvil para que no estar a merced de cualquier hacker desconsiderado.

De todas formas, el primer paso ya se ha dado. La tecnología ya se ha probado con éxito y sólo falta la paulatina implementación de la conectividad en los parkings públicos. Como todo en la vida, este proceso será más o menos lento en función del dinero disponible.