La tecnología nos ha permitido conocer mejor el espacio. El telescopio supuso una revolución para entender los astros que nos rodean, pero siempre hemos querido ir más allá. Un ejemplo lo tenemos en las Voyager, dos sondas gemelas lanzadas a finales de los 70 que continúan su camino por la inmensidad del océano cósmico. Pero ¿hasta cuándo?

El espacio es oscuro y frío, y la energía solar se pierde en las distancias grandes. Las Voyager, lanzadas en 1977, y que podemos considerar uno de los ingenios más impresionantes de la tecnología, cuentan con generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG). Estos sistemas generan electricidad a partir de la desintegración del plutonio-238, pero, debido a la naturaleza de la desintegración radiactiva, su potencia disminuye gradualmente con el tiempo y sus "pilas" pronto se agotarán.

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Sondas Voyager, una misión que dura y dura

La Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas para estudiar los planetas exteriores del sistema solar, específicamente Júpiter y Saturno, y la comunidad científica se ha sorprendido de la duración de estas sondas y de cuánto están dando de sí.

La NASA aprovechó una rara alineación planetaria que ocurre aproximadamente cada 175 años, conocida como el "gran tour", que permitió a las sondas usar la asistencia gravitatoria de un planeta para impulsarse hacia el siguiente, ahorrando combustible y tiempo.

Voyager 1 y Voyager 2 fueron enviadas en trayectorias ligeramente diferentes: Voyager 1 se enfocó en un sobrevuelo cercano de Titán, la luna más grande de Saturno, mientras que Voyager 2 fue diseñada para continuar hacia Urano y Neptuno si la misión tenía éxito.

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Este objetivo inicial estaba programado para durar unos 5 años, hasta principios de los 1980, pero debido a una combinación de éxito técnico, curiosidad científica y la durabilidad inesperada de las sondas, la NASA decidió extender la misión de Voyager 2 para que visitara Urano y Neptuno, lo que haría de ella la única sonda que ha explorado estos planetas de cerca.

Una vez que las sondas completaron estos encuentros planetarios, no había razón para apagarlas. Seguían funcionando perfectamente y estaban en trayectorias que las llevarían fuera del sistema solar. Esto llevó a la creación de la Misión Interestelar Voyager, cuyo objetivo se amplió para estudiar la heliopausa (el límite donde el viento solar se encuentra con el medio interestelar) y el espacio interestelar mismo.

La misión es tan impresionante que la Voyager 1 está actualmente a unos 24400 millones de kilómetros de la Tierra. Es el objeto humano más lejano jamás creado y ya se encuentra en el espacio interestelar; cruzó la heliopausa el 25 de agosto de 2012. Su hermana gemela, la Voyager 2, está a unos 20.300 millones de kilómetros de la Tierra (aproximadamente 136 AU). También ha entrado en el espacio interestelar: cruzó la heliopausa el 5 de noviembre de 2018.

La Voyager 1 avanza 17 km/s, un poco más rápido que su hermana, que surca el espacio a unos 15 km/s. La NASA sigue recibiendo datos de la Voyager, pero por desgracia, es algo que, más pronto que tarde, dejará de ocurrir. No hay que olvidar que gracias al famoso astrónomo Carl Sagan, cada sonda lleva un disco de oro que contiene sonidos e imágenes de la Tierra, como un mensaje para posibles civilizaciones extraterrestres que pudieran interceptarlas: música, saludos en 55 idiomas, sonidos naturales y 115 imágenes.

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¿Cuándo se apagarán las Voyager?

Las dos sondas Voyager han comenzado ya a dar signos de avanzada vejez tecnológica. Ambas han tenido varios problemas de comunicación durante estos últimos años, que han sido solventados de manera magistral por los ingenieros de la NASA. Sus señales tardan casi un día en llegar a la Tierra y a lo largo de estos años la NASA ha ido apagando progresivamente sus diferentes instrumentos con el fin de ahorrar energía y prolongar la vida útil del proyecto.

Las previsiones actuales de la NASA revelan que este año es crítico, aunque los ingenieros esperan poder ampliar el uso mínimo de las Voyager hasta el año 2027. La energía que proporcionan los RTG será insuficiente para mantener activos la mayoría de los instrumentos científicos a bordo. Pero a partir de esa fecha, se irán apagando progresivamente los sistemas y las sondas dejarán de enviar datos, aunque seguirán viajando a través del espacio interestelar para siempre.

En MASMOVIL esperamos que te haya resultado interesante conocer un poco más sobre las sondas Voyager de la NASA. Es seguro que dejarán de funcionar pronto, pero se desconoce la fecha exacta.

Y tú, ¿qué opinas de las sondas Voyager?