Pensamos que los vehículos autónomos son el futuro de la conducción. Por eso, muchos fabricantes han decidido apostar y realizar pruebas con este tipo de transportes para mejorar su eficiencia y fiabilidad.
A pesar de que el número de accidentes en los que se han visto involucrados coches autónomos es muy reducido, recientemente ha tenido lugar un accidente que ha acabado con la vida de una mujer. La víctima, que cruzaba la carretera de noche, fue arrollada por un taxi automático de la compañía Uber. Como resultado, diferentes marcas automovilísticas, como Toyota, han dejado temporalmente de hacer pruebas con este tipo de vehículos en medios de la vía pública. Por su parte, Uber también ha cancelado el uso de coches automáticos en ciudades tanto de EE. UU. como de Canadá.
Los transportes autónomos se han creado para mejorar la seguridad vial. Es decir, su objetivo es reducir el número de accidentes y la mortalidad en las carreteras. De ahí que grandes compañías del sector del automóvil hayan apoyado su investigación y desarrollo, teniendo en cuenta el alto índice de accidentes que se producen por un despiste al volante. De hecho, se estima que en Estados Unidos el 90% de los accidentes de tráfico se producen por un error humano.
Hay que tener en cuenta aquellas situaciones que dificultan la conducción como el cansancio, la frustración, los enfados? que afectan negativamente a los conductores y que los coches autónomos estarían exentos de estas situaciones. Sin embargo, los conductores son capaces de responder con mayor agilidad a situaciones inesperadas al volante, a diferencia de los coches automáticos autónomos, ya que estos, tienen una visión limitada del mundo.
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¿Cómo funciona un coche autónomo?
Un coche autónomo es un vehículo capaz de realizar un trayecto sin necesidad de intervención humana, simplemente introduciendo el destino al que quieras dirigirte. Pero ¿cómo es posible esto?
Estos vehículos utilizan sistemas basados en la detección y la medición de objetos, como el LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging), un dispositivo capaz de detectar todo tipo de objetos a través de láseres que envía desde el vehículo, generando una visión de 360 grados y con un alcance de aproximadamente dos campos de fútbol alrededor del coche.
A parte del LIDAR, estos vehículos utilizan cámaras, para identificar señales de tráfico, semáforos y todo tipo de objetos, radares para ayudar a la conducción en condiciones de lluvia, niebla o nieve y mapas de alta calidad para controlar la ubicación exacta del vehículo en todo momento.
Coches autónomos en España
Los coches autónomos nos están preparando para un futuro sin conductores al volante. Por ello, muchas compañías realizan pruebas para comprobar la fiabilidad de este tipo de vehículos.
Mobileye España colabora con la DGT con el fin de impulsar estos vehículos mejorando las prestaciones actuales. El objetivo principal es el de cero muertes en las carreteras españolas. Por ello impulsa la aplicación de las últimas tecnologías en los vehículos. Actualmente, están trabajado en el diseño de un mapa general de España que incluya todo tipo de carreteras, señales y semáforos. Este mapa se usaría cuando los sensores fallen, por ejemplo, con condiciones meteorológicas adversas, en las que los sensores de los coches no consigan detectar la carretera correctamente.
DGT es pionera en Europa y atrae a fabricantes a las carreteras españolas para realizar pruebas. El primer coche autónomo en España fue del grupo PSA (Peugeot, Citroën y recientemente Opel) y circuló desde Vigo hasta Madrid en 2015, prácticamente 600 kilómetros. Estas pruebas, solo pueden realizarlas fabricantes e instituciones y no en todas las vías, por lo que de momento esta bastante limitado su uso, pero se calcula que se empiece a comercializar con estos vehículos entre 2020 y 2030.
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