Ahora que los avances en tecnología están consiguiendo que nuestros móviles sean cada vez más finos, más ligeros y ?dicen- hasta capaces de doblarse para llevarlos en cualquier bolsillo, volvemos a tener las manos libres para cargarnos de gadgets y seguir avanzando hacia la inevitable fusión hombre-máquina. Si todos o algunos de los rarísimos "wearables" que aquí te mostramos se generalizan, nos convertiremos en una mezcla de Robocop y el inspector Gadget. Antes muertos que analógicos.
1. Sensory Fiction (si hablamos de "wearables" que nadie se asuste si la mayoría tiene un nombre "in english"). Se trata nada menos que de un traje sensorial inventado por el Instituto de Massachussetts -el MIT-, que va acompañado de un libro electrónico. No un ebook, sino un dispositivo con forma de libro que está conectado al mencionado traje. Si en la historia que leemos hace frío, el traje simulará esa sensación; si el protagonista se siente en peligro, unos golpecitos a la altura del corazón nos harán sintonizar con él? El traje es un mono de cuerpo entero, así que más "wearable" no se puede ser.
2. Tatuajes digitales. Naturalmente, son efímeros y duran, por ejemplo, una sesión de entrenamiento. Sus colores cambian para avisarnos del peligro de deshidratarnos, nos avisan si hemos cumplido los objetivos del día, etc.
3. El sujetador inteligente. No es broma. Nadie lo ha visto, pero existe. Lo han inventado en Microsoft y, supuestamente, sirve para no comer demasiado. Como lo lees. ¿Qué cómo avisa? Al detectar, digamos, actividad gástrica excesiva, envía una señal vibratoria al? móvil de la portadora. Menos mal.
4. Calcetines Sensoria. Dando un paso más allá de las zapatillas de deporte (nunca mejor dicho), estos calcetines detectan y analizan la distribución del peso corporal, la sudoración y prácticamente todo lo que pasa en tu cuerpo desde la punta de los dedos gordos hasta el último pelo de la cabeza. Cómo no, se controlan mediante una app del teléfono.
5. June es, a simple vista, un brazalete con una pieza de bisutería. Pero su dueño sabe que lo que lleva en la muñeca es en realidad un sofisticado dispositivo que le avisará (ya sabes: al móvil) de si está tomando demasiado el sol y por tanto debe elegir entre ponerse a cubierto o quitarse el gadget y seguir torrándose.
6. Uñas Elektra. Unas uñas postizas que permiten usar cualquier pantalla táctil no con las yemas de los dedos, sino con la punta de estas uñas. Sí, tienen nombre de malo de película de serie B. Eso solo hace que molen aún más. O no.
7. Casco Skully para motoristas. Un poco de realidad aumentada para aquellos a los que les parece poco surcar el asfalto a lomos de sus centauros con tubo de escape. El casco está lleno de sensores que muestran en la pantalla de la visera la información del cuadro de mandos, pero ampliada.
8. Kiwi Move es pequeño pero resultón. ¿Qué hace? Pregunta mejor qué no hace. Es poco más grande que un pin y hace que su portador interactúe con prácticamente cualquier cosa conectable de su entorno. Inicia tu app de entrenamiento cuando entras en el gimnasio, actualiza el saldo de tu programa de contabilidad cuando haces una compra, e incluso hace cosas más normales como decirte la temperatura o la humedad del ambiente.
9. 314 No es un número. Es un bolso de mano repleto de cargadores (camuflados en su interior) para que al cargar con todos tus chismes aproveches para llenar sus sedientas baterías. Y al abrirlo, el bolso se ilumina por dentro.
10. Lentes de contacto inteligentes. Las gafas de Google son tan 2013. Un laboratorio suizo y la propia Google están trabajando en este tipo de "wearables" con aplicaciones, en principio, médicas. Pero ¿quién no ha soñado con tener rayos X en los ojos?