Una de las características del mercado actual es que hay una gran competencia entre las empresas que forman parte de él. En principio esto puede ser un problema para una entidad, pero también tiene sus aspectos positivos de los que se pueden sacar provecho aplicando prácticas como el benchmarking con su significado que es punto de referencia.
Definición de Benchmarking
Al concretar qué es el benchmarking, debemos saber que es una práctica centrada en estudiar con profundidad a los competidores a los que se enfrenta una empresa. El objetivo es conocer sus estrategias y buenas prácticas para que esa empresa pueda aplicarlas y obtener un beneficio de ello.
Otro aspecto importante es que existen diferentes tipos de benchmarking, algunos de ellos incluso realizan estudios de empresas a nivel internacional. Además, cada modalidad se puede adaptar a las necesidades de una empresa en concreto.
Tipos de benchmarking
Uno de los primeros tipos de Benchmarking que llaman la atención es el competitivo, que es aquel que se enfoca en el estudio de los competidores más directos y con los que hay una disputa clara por la atracción y la fidelización de clientes. También aparece el funcional que estudia a entidades de un segmento diferente y que tienen una forma de operar que puede ser interesante para la empresa que realiza este estudio.
Otro tipo es el benchmarking internacional, que analiza a empresas que se encuentran fuera del país, pero que merece la pena estudiar por la opción que dan de predecir diferentes tendencias. Finalmente, aparece el benchmarking genérico, centrado en procesos concretos, y el interno, enfocado a estudiar las propias áreas de una empresa.
¿Para qué sirve hacer un benchmarking?
La utilidad principal del benchmarking se encuentra en el marketing digital, ya que permite analizar las estrategias y los planes de acción que ejecutan las diferentes empresas para posicionarse digitalmente, para aumentar su visibilidad y, por lo tanto, para incrementar sus ingresos.
El concepto de benchmarking se aplica en este sector identificando las formas en las que las empresas se dirigen a sus públicos. También se puede analizar el modo en el que ejecutan el engagement, que se centra en el nivel de compromiso que tiene un consumidor con una marca.
Otra opción es conocer el alcance que pueden tener técnicas como el copywriting, así como tratar de averiguar la cantidad de dinero que se destina para tener presencia en internet o las alianzas que se llevan a cabo. El objetivo final es conocer el entorno y escoger las estrategias que puedan ser más adecuadas para la empresa que realiza el benchmarking.