Un artículo de The Wall Street Journal levantó la liebre. Existe un software, desarrollado por una compañía norteamericana, llamada Entelo, que filtra los candidatos a un puesto de trabajo en función del sexo, la raza e, incluso, de si han pasado por el ejército. Como era de esperar, el debate está servido.
No hay tecnologías buenas o malas en sí mismas; todo depende del uso que se haga de ellas. ¿No es así? En el caso de Entelo, hay quien discrepa.
Hace un año, esta empresa lanzó al mercado un software capaz de identificar y filtrar a los candidatos en función de unos pocos parámetros lógicos, como los años de experiencia, si son o no licenciados o si han incluido un e-mail de contacto, pero también de otra serie de cuestiones más dudosas, como el sexo y la raza.
En concreto, permite rastrear los siguientes colectivos: mujeres, afroamericanos, hispanos, asiáticos y veteranos militares.
¿Legal o ilegal?
En su blog corporativo, la empresa se justifica diciendo que el software sirve precisamente para incrementar la diversidad en las compañías, no para evitarla. Cierto o no, la verdad es que entre sus clientes se encuentran algunas empresas conocidas, como Microsoft, Cisco, General Electric, Facebook o AT&T, entre muchas otras.
¿Cómo es posible que Microsoft, uno de sus clientes, ocupe la sexta posición en el ránking Best Place to Work, y Cisco la novena?
"Si la política de una organización prohíbe ver las fotografías de los aspirantes a un puesto, por ejemplo, nuestro software permite desconectar esa opción", dicen también. Vamos, que la culpa es de la empresa que está contratando. Y no les falta razón. Aunque sólo sea en parte.
EEUU no es España
En España sería impensable que las empresas usaran algo similar, al menos a corto plazo. No es que no exista la discriminación, por desgracia, pero el uso de un software que haga posible discriminar es ilegal.
Las diferencias culturales entre España y EEUU no son insalvables, pero tampoco inexistentes. Por poner un ejemplo: el Gobierno de EEUU, adalid de los Derechos Humanos, sólo ha ratificado el 15% de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo en materia de discriminación.
Para muestra, estas son algunas de las cosas que han dicho sobre Antelo los medios de comunicación americanos: "¿Puede un algoritmo ser la solución?" (The Wall Street Journal). "Los empleadores están deseando encontrar vías para entablar un diálogo con candidatos de grupos infra-representados" (Forbes). ¿Os imagináis un debate así en los medios españoles?
Pocas mujeres en el sector TIC
Algoritmos y reportajes aparte, es un hecho que hay menos mujeres en el sector tecnológico. El 80% de los CEOs en el sector son hombres. Entre las start-ups sucede lo mismo: entre el 85 y el 90% de los emprendedores son hombres de entre 30 y 35 años, según los cálculos que ha hecho Startupxplore.
Para ser justos, también es cierto que el porcentaje de mujeres que cursan carreras universitarias relacionadas con las TIC es menor. Según la Comisión Europea, la tasa es de 29 por cada 1.000 mujeres licenciadas o diplomadas, cifra que entre los hombre sube hasta 95. En España, durante el curso 2013-2014, sólo el 26,1% de los estudiantes de ingenierías eran mujeres.
Dicho todo esto? ¿creéis que un software como el de Entelo sería parte del problema o de la solución?