Tener una televisión en blanco y negro o sin mando a distancia no es retro ni vintage, simplemente es del siglo pasado. Si a un niño le pones delante de esa tele, de un radiocasete o de un teléfono móvil Nokia de los 90? ¿sabría utilizarlo? La respuesta parece que está clara, hay tecnología que se fue y seguramente no regrese más que como elemento decorativo.

Las reacciones de un niño o un adolescente al sentarse frente a tecnologías que ya se consideran de otra época son muy dispares, pero sobre todo bastante sorprendentes. ¿Cómo no saber abrir un walkman? Pues así es, y si no, mira este vídeo.

Los pobres chavales a duras penas consiguen abrir el Walkman y colocar la cinta en él, pero lo que más les sorprende es que para escuchar una canción determinada tienes que ir rebobinando o avanzando e ir comprobando cuándo se llega a ese tema. ¿No te acordabas de esto? Pues sí, de hecho, tanto rebobinar y avanzar era lo que acababa haciendo que la cinta se saliese y hubiera que recurrir a un boli bic para colocarla en su sitio.

Si escuchar música así ya te parece cosa del pasado, imagina si tuvieras que sentarte frente a un ordenador y tu conexión a Internet fuera similar a la que teníamos en los 90, seguro que preferirías ponerte a rebobinar casettes. En esa época era bastante común comentar constantemente que Internet se había caído, mientras que nos conectábamos por la noche, que era la franja horaria más barata. De hecho, desde las 18.00 a las 8.00 de la mañana era el momento en el que las operadoras ofrecían los descuentos para conectarse a la red, por lo que si tenías que revisar algo antes, tenías que en guardia a tu bolsillo y echarte a temblar. Los primeros módems tenían una velocidad de conexión de 28 kbps, aunque luego dimos el salto a los 56 kbps. Echa un vistazo a la reacción de unos adolescentes que descubren cómo se entendía eso de Internet en los 90.

Si hay una tecnología que nos resulta del pasado, sobre todo por los grandes avances que ha tenido en los últimos años, esa es la tradicional cámara de fotos, sin pantalla en la que ver cómo quedan las instantáneas y con esos nervios que generaba ir a revelar el carrete sin saber si saldría alguna toma aceptable. Primero fueron las cámaras digitales, luego los teléfonos móviles, los smartphones y hasta las tabletas. Ahora vemos como llegan gafas que fotografían e incluso dispositivos como este de HTC, que bien parece el tubo que utilizaban en Men in Black para borrar la memoria.

Mención especial merecen las antiguas enciclopedias a las que te veías obligado a acudir para tus consultas a la hora de hacer los trabajos que te mandaban en el colegio, y la revolución que supuso la enciclopedia Encarta, donde poder buscar desde el ordenador toda la información sin tener que recurrir a los pesados tomos de los libros. Dónde habrá quedado actualmente Encarta y cuánto daño le debió hacer Google.