Hay muchas funciones muy populares entre quienes usamos ordenadores, teléfonos móviles y tabletas.

Pero hay muy pocas más conocidas y usadas que el famoso dúo "Copiar" y "Pegar" (originalmente Copy & Paste).

Este popular dúo está tan arraigado debido a su practicidad y a la simplicidad de la idea en la que se apoya.

Hoy nos parece algo tan propio de las nuevas tecnologías, que creemos que nació con ellas aunque no es del todo correcto.

Esta pareja se le ocurrió alrededor de 1970 a un ingeniero de desarrollo informático, el señor Larry Tesler, del Xerox Park, el centro de desarrollo de nuevas tecnologías y productos de la empresa de gestión de imágenes Xerox, en ese entonces conocida como empresa de fotocopiadoras.

Su principal función era de la copiar a una memoria intermedia un texto para poder recuperarlo en otro momento sin necesidad de re-escribirlo.

El método, al igual que el concepto en el que se apoyaba, estaba inspirado en el antiguo método de edición de manuscritos, en el que se cortaba literalmente un trozo de un texto impreso con unas tijeras para pegarlo en otro lugar de esa hoja u otra. De ahí su nombre, cortar y pegar que, como ahora permitía también copiarlo, evolucionó a copiar y pegar.

Era una idea experimental y revolucionaria que, como no se veía claramente para qué servía, fue abandonada?.

Hasta que los innovadores desarrolladores de unos ordenadores personales la rescatan e incorporan en las primeras versiones de sus ordenadores Apple Lisa (1981) y Apple Macintosh (1984).

Este dúo nos acompaña desde aquí en adelante sufriendo muchas mejoras y cambios más cosméticos y de forma que funcionales.

Evolucionó y sigue pasando por todos los fabricantes de tecnología, llegando a convertirse en un par de funciones que siempre debe estar presente para que un programa o dispositivo pueda considerarse "tecnológico".

Entre las versiones o formas que adoptaron tenemos los grupos "Control"-"C" y "Control"-"V" y sus representaciones gráficas, bastante más familiares para algunos usuarios de los productos de oficina como las hojas de cálculo, procesadores de palabras y otros.

Pero no se quedaron en el texto. También se extendieron a copiar y pegar fragmentos de imágenes, de audio, de vídeo.?.

Y quién sabe cuánto más se extenderán, se actualizarán y se reinventarán, ni cuánto tiempo más permanecerán con nosotros.

Tal es el alcance y la fuerza de una pequeña y simple idea.