Estamos asistiendo a la moda de ver el término "Cloud" (nube) en muchos servicios y productos.

En muchas formas, el cloud computing (procesamiento en la nube) y, en general, los "cloud services" (servicios en la nube) son nuevos nombres para antiguas ideas.

Básicamente consiste en proveer distintos tipos de servicios a los usuarios desde Centros de Datos en lugar de que ellos los tengan en sus ordenadores en sus propias instalaciones, con las consecuentes limitaciones para acceder a ellos.

Gracias a las posibilidades que nos traen las redes de datos, con especial mención a Internet, no tenemos necesidad de saber dónde está ese Centro de Datos. Este puede estar en España, en Francia, o en Singapur. Incluso puede estar parcialmente en esos diferentes lugares o simultáneamente en todos ellos, de forma que la caída o problemas en un Centro no afecten a la disponibilidad del servicio.

Estas redes también nos permiten acceder a esos recursos desde múltiples lugares y a costes bastante accesibles.

La mayor calidad del servicio estará dada por la mejor conexión a esas redes. El tiempo que un ordenador "en la nube" tarde en responder a una instrucción no será igual que el que tarde un ordenador que tengamos sobre nuestra mesa pero no siempre eso es un factor importante.

Otro concepto asociado a este tipo de servicios es el de "virtualización", que permite hacer un mayor aprovechamiento de los recursos disponibles.

En general, se considera que este tipo de servicios trae un conjunto de ventajas, como:

  • Coste inicial más bajo, apoyado en tecnologías que permiten hacer una mayor utilización efectiva de los recursos (por ejemplo la virtualización de ordenadores) y la economía de escala (un equipo de mayor potencia es más barato que un conjunto de equipos que sumen la misma potencia).
  • Escalabilidad, flexibilidad y velocidad, que permiten agregar o agrandar la capacidad cuando es necesaria y reducirla cuando no.
  • Menores costes de mantenimiento, también debidos a las economías de escala.

Pero no todas son ventajas. Este tipo de servicios incrementa la dependencia que tendremos en nuestros proveedores, hay más elementos que inciden en el buen funcionamiento de las aplicaciones y tenemos otros riesgos ya que nuestros datos podrían estar fuera de nuestras instalaciones,

En el corto plazo estos servicios se ven como una oportunidad de reducir costes (en ordenadores y otros servicios de informática y telecomunicaciones) así como la posibilidad de hacer cosas previamente imposibles. Entre otras.

La conveniencia de estos servicios debería resultar de análisis específicos para cada caso particular de uso.