Si la vida es un viaje, el matrimonio es esa parte del viaje que haces junto a otra persona. Muy bonito, pero si nos dejamos de definiciones abstractas y vamos a lo práctico (siempre con ese toque raro que nos caracteriza), tal vez llegará un momento en que se juntan ambas circunstancias en tu vida. Es decir, que te casarás y tendrás que pensar en tu luna de miel. Y si durante tu vida de soltero/a ya has estado en Mallorca, el Caribe y Nueva York, lo mejor será que aproveches para visitar a un destino raro, raro que haga todavía más especial la ocasión.

Por ejemplo, ¿qué te parecería dormir en él autentico y genuino Castillo del conde Drácula? Naturalmente, se trata de un destino aconsejable para los aficionados a las películas de terror, y antes de proponer el viaje habría que aclarar con la pareja que no se trata de ninguna indirecta. Lo cierto es que se trata de un edificio histórico imponente que atrae visitantes de todo el mundo, movidos tanto por la curiosidad como por la enigmática belleza de este castillo situado en el norte de Rumania donde Bram Stocker situó a su famoso vampiro. El castillo de Bran ofrece unas vistas impresionantes que resulta imposible no dejar volar la imaginación de su silueta recortada contra el cielo azul oscuro de Transilvania.

Un crucero por Alaska puede ser también el destino ideal para un viaje romántico. Si crees que se trata de una sufrida expedición a un sitio gélido y solitario, echa un vistazo a las fotos: el crucero cuenta con todo tipo de comodidades incluido un salón de belleza y por supuesto piscina. Las montañas nevadas de Alaska se desplegarán ante ti con toda su majestuosa belleza y, al caer la noche, debe ser todo un placer meterse en el camarote y seguir disfrutando del paisaje, pero calentito. De entre todos los cruceros que surcan estas aguas, el Silver Shadow es el más lujoso.

Otro lugar de ensueño que parece haber sido creado para este tipo de viajes es la isla Makepeace, en Australia. No sólo está en un entorno paradisíaco, sino que además (¡oh, qué cuqui!) tiene forma de corazón. Puedes alquilar la isla integral para ti solito - bueno, y tu media naranja-, pero hay alojamiento suficiente para 20 invitados más. Piscinas, lista de tenis, embarcadero, árboles tropicales? no se puede pedir más. Bueno, si, tal vez estaría bien quedarse allí para siempre. Si Australia tendría un poco lejos, la isla Galesnjak, en Croacia, también tiene forma de corazón y por añadidura unas bonitas playas.

A este paso se diría que lo único fuera de nuestro alcance son las estrellas. Pues no. Aunque sólo sea en sentido figurado, el hotel Elqui Domos, en Chile, y hará sentir como si estuvieras flotando en el espacio exterior. Sus peculiares bungalows tienen forma semi esférica y puedes abrir el techo para extasiarte con la inmensidad y pureza del firmamento austral. La tranquilidad y el silencio reinantes harán que te relajes y puedas consagrar todos tus sentidos a tu acompañante. Terminar unas vacaciones en un lugar así y volver a casa debe ser casi, casi como regresar de un viaje espacial.

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Pero claro, para muchos las vacaciones ideales tienen que tener sol y playa... Así que para ellos presentamos el hotel Conrad, en las islas Maldivas. Como casi todos los hoteles de este fantástico archipiélago, la isla entera está a disposición de sus afortunados huéspedes. Y en este caso no se trata "simplemente" de un super hotel de lujo. Además de tener una arquitectura exquisita, unas playas que parecen sacadas de un sueño, y un lujo amable que te haga sentir mimado por la vida, podrás cenar en un restaurante bajo el mar. Como lo lees. Las paredes y el techo del restaurante construido bajo el agua son transparentes, para que puedas flipar viendo a los peces nadan a tu alrededor. Aunque tengas cientos de pares de ojos mirándote mientras comes, seguro que te sentirás de lo más cómodo.

Pero si no tienes un duro porque te lo has gastado todo en la boca o por qué en tu caso lo de "contigo pan y cebolla" es algo más que un refrán, no te preocupes; porque el verdadero paraíso terrenal y tampoco está en ningún lugar del mundo. Sino allá donde esté la persona a quien quieres.