Que el día tiene una cantidad de horas determinadas y limitadas es un hecho que no podemos cambiar. De vez en cuando uno se encuentra viviendo uno de esos días en los que parece que 24 horas simplemente no son suficientes. Esto es algo que depende mucho de cada uno y del tipo de trabajo o actividad a la que se dedica, pero es una sensación bastante común y habitual.

Afortunadamente aunque no podemos parar el reloj, sí podemos cambiar algunos hábitos y replantear la forma de afrontar algunas actividades para obtener algo más de tiempo útil a las horas del día.

Caterina Fake, co-fundadora del conocido servicio de fotografías online Flickr, comparte su receta para "crear tiempo" en How to Create Time.

En resumen, algunas de sus fórmulas son:

  • Eliminar o reducir el tiempo dedicado a los medios, empezando por las horas dedicadas a ver la televisión. También, dependiendo del tipo de trabajo de cada uno, reducir las horas dedicadas a Internet, al ordenador o el teléfono. O a ciertas tareas que se hacen con ellos. Por ejemplo, consultar el correo electrónico sólo dentro de determinado horario.
  • Trabajar desconectado. Y por "desconectado" Caterina Fake no se refiere sólo a desconectar el ordenador de Internet, que también puede ser beneficioso: si no a utilizar, cuando sea posible, papel y bolígrafo. "Por ejemplo ?dice? una anotación como ésta la puedo escribir a mano en un papel".
  • Hacer menos cosas, sobre todo de aquellas que no gustan especialmente o que son una pérdida de tiempo, pero que se hacen más por costumbre que por otra cosa. "Haz cosas que te llenen y tengan sentido para ti ?escribe? y no hagas cosas que deberían hacer otros". Evita las reuniones a toda costa, especialmente las programadas con horario estricto.
  • Dormir en dos partes. Esta me encanta porque hace no mucho leí sobre ello en el libro En Casa: una breve historia de la vida privada, de Bill Bryson. Básicamente se refiere a que, según recientes investigaciones, lo de dormir 8 horas seguidas es algo relativamente nuevo, fruto de la revolución industrial. Antiguamente era bastante común dormir un rato y levantarse en medio de la noche para hacer cosas o ir a visitar a un amigo y luego volver a dormir otro rato. La ventaja de trabajar en mitad de la noche es que apenas hay nada más que hacer, y además se puede trabajar tranquilamente y sin interrupciones.

El truco final según Caterina Fake es simplemente no dar tanta importancia al tiempo, de modo que el hecho de que transcurra no nos suponga un problema. No pretender "hacer que cada minuto del día sea un minuto productivo" si lo que se hace en ese minuto merece la pena. "Cuando éramos niños pasábamos horas trepando o subidos a un árbol sin hacer nada. Entonces el tiempo no era algo valioso, y sin embargo gastamos muy bien todas aquellas horas".

En Sin vuelta de hoja | Sacar el máximo partido a nuestro tiempo en el trabajo y Si quieres tener más éxito aprovecha el tiempo antes de desayunar