Cuando uno contrata una tarifa de cualquier cosa, ya sea un servicio de telecomunicación puro y duro como el móvil, el ADSL, la TV digital, o bien un servicio más terrenal (como la cuota del gimnasio), rara vez se va a aprovechar al 100% la tarifa. O dicho de otra manera, la mayor parte de los clientes que contratan "algo", no lo aprovechan. Eso se traduce a que estamos gastando más dinero del que deberíamos.

Como todo en esta vida, los gastos se pueden optimizar, y digo optimizar porque no siempre se entiende que sea lo mismo que minimizar. Cuando uno dice minimizar gastos, probablemente se refiere a "pagar lo menos posible". Cuando alguien habla de optimizar, se refiere a "obtener el servicio que necesito exactamente, con la mayor calidad y el menor precio posible". Sutil diferencia.

Para encontrar la mejor tarifa móvil hay que comparar entre las principales compañías, al menos ("el 83% de los españoles desconoce el número de compañías de telefonía móvil que existen en el mercado), y el 95% de los clientes realizan una comparativa con menos de cinco compañías (según el estudio "Los hábitos de consumo en telefonía móvil en España" realizado por Cumberland Solutions S.L), y solo el 5% lo hace con cinco o más.

Aunque cuantas más compañías comparemos, mejor resultado objetivo obtendremos, lo normal es comparar tarifas equivalentes, y no tanto explorar todas las compañías. Si queremos hacerlo así de exhaustivo, ya hablamos hace un tiempo de WePlan, un comparador independiente que analiza las tarifas de todas las operadoras del mercado y consigue hacer ver al cliente cómo es posible pagar menos cada mes (y durante todo el año el ahorro es bastante interesante).

La clave está en saber que, muy probablemente, estamos pagando de más por nuestros servicios de telecomunicaciones. Igual que cuando te apuntas al gimnasio por 50 euros al mes, con la ventaja de que puedes ir todo lo que quieras y utilizar todas las salas: al final vas dos veces por semana, y te sale más a cuenta pagar 5 euros cada vez que vas al gimnasio (te ahorras diez euros mensuales, ¿verdad?). En telefonía pasa lo mismo, así que el primer paso para contratar la mejor tarifa móvil es reconocer que no comparamos lo suficiente.

Lo mejor, para comparar telefonía, es hacer una lista con los siguientes parámetros:

  • ¿Cuántos minutos hablas, de media, al mes? (calcularlo con varias facturas).
  • ¿Cuál es la duración media de cada llamada?
  • ¿Cuántos SMS y MMS envías? (aquí te puedes plantear si realmente te compensa enviar SMS o MMS, y puede ser una fuente de ahorro).
  • ¿Consumes Internet móvil? ¿Cuántos MB al mes de media en los últimos 4 a 6 meses?

Una vez tenemos esos datos, podremos decidir qué tarifa nos viene mejor por simple inspección, aunque nos llevará un buen tiempo. Una aproximación sencilla es, con esos datos y sabiendo los costes por minuto, establecimiento de llamada, SMS y megabyte de datos, calcular en cuánto nos ahorramos al cambiarnos a otra tarifa.

También podemos utilizar un comparador de tarifas móvil que nos ayudará con este proceso de elección a elegir aquella tarifa móvil que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Como es complejo, una app como WePlan es lo más indicado. Además, puedes comprobar sus resultados "manualmente", si no terminas de creer que funcione.